El expansionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y su acumulación de fuerzas militares en el este de Europa conducen a la confrontación y socavan la seguridad del continente, advirtió el sábado el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, tras reunirse en Múnich (Alemania) con el secretario general del ente, Jens Stoltenberg.

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"El rumbo que lleva la OTAN, fortaleciendo su potencia militar y expandiendo su presencia e infraestructuras militares en el flanco oriental de la Alianza, e incrementando además el número de ejercicios cerca de las fronteras rusas crea tensiones adicionales, provoca confrontación y socava todo el sistema de seguridad euroatlántico", dijo Lavrov.
El jefe de la Diplomacia rusa también criticó a la OTAN por el apoyo que presta a Kiev en sus operaciones militares en el sudeste de Ucrania, dificultando los esfuerzos de solución pacífica de la "profunda crisis interna" que atraviesa el país europeo.

Lavrov se reunió con Stoltenberg al margen de la 51ª Conferencia de Seguridad de Múnich. En su intervención en la misma, el ministro ruso denunció la violación de los acuerdos alcanzados por los Gobiernos occidentales con el Kremlin cuando se desmanteló la Unión Soviética, a principios de la década de 1990.

En este sentido, hizo hincapié en condenar el sistema antimisiles desplegado por Estados Unidos en Europa, "una muestra muy clara de cómo pasos unilaterales que contradicen a los intereses legítimos de otros estados afectan destructivamente la esfera de cooperación militar", en palabras del diplomático ruso.

La nueva llamada de alerta por el expansionismo de la OTAN llega apenas dos días después de que los ministros de Defensa de los 28 Estados miembros decidiesen, el 5 de febrero, establecer seis nuevos mandos y puestos de control en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Bulgaria y Rumanía.

Además, la OTAN decidió establecer dos nuevos centros de mando; en el oeste de Polonia, para coordinar la acción en los países miembros del noreste europeo, y en Rumanía para el sudeste de Europa.

En 2014, el bloque militar occidental llevó a cabo cerca de 200 maniobras militares e incrementó su presencia en Europa oriental, amparándose en la guerra del este de Ucrania.


Comentario: La OTAN hizo exactamente lo que había acordado no hacer anteriormente, es decir, expandirse hacia el Este, sin embargo, sigue lanzando gritos infundados acerca de una supuesta agresión rusa que es, claramente, inexistente.

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El Kremlin ha condenado la movilización militar en torno a las fronteras rusas en repetidas ocasiones y, el mes pasado, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valeri Gerasimov, anunció que, ante el expansionismo occidental, Moscú va a reforzar su capacidad militar en Crimea, en el Ártico y en su enclave occidental de Kaliningrado.

Las tensiones entre Rusia y el bloque occidental se agravaron en 2014 después de la reintegración en la Federación Rusa de la península de Crimea, tras celebrar esta en marzo un referéndum para independizarse de Ucrania, donde el derrocamiento de Víktor Yanukóvich había dado lugar a su sustitución por dirigentes proccidentales.

En abril, la alianza militar puso fin a toda su cooperación con Rusia, que en diciembre reformuló su doctrina militar estratégica para incluir la escalada militar de la OTAN como amenaza de primer orden a su seguridad nacional.