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Tal como se anticipaba, el torrente de propuestas legislativas contra los inmigrantes indocumentados se ha desgajado con un caudal formidable en los albores de este 2011.
No había concluido enero, apenas se acababan de inaugurar las sesiones en los senados y las cámaras de representantes de los estados del país, y ya las estadísticas de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales (NCSL) señalaban que se habían presentado más de 600 resoluciones y medidas antiinmigrantes.
En Carolina del Norte, el representante estatal republicano, George Cleveland, introdujo un proyecto de ley que vedaría el ingreso de estudiantes indocumentados a los colegios comunitarios y las universidades del estado. En Arizona, el senador estatal republicano, Ron Gould, y su copartidario, el representante estatal, John Kavanagh, están impulsando legislación encaminada a negarle la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos.
En Carolina del Sur, Colorado, Dakota del Sur, Georgia, Kentucky, Misisipi y Tenesí, se introdujeron propuestas de ley similares a la SB 1070 de Arizona, que criminaliza a los indocumentados.