Chantajear y mandar a la prisión a los que se oponen a los transgénicos son solo algunos de los métodos que el gigante anglosuizo Syngenta emplea para silenciar las críticas a sus productos, afirma el agricultor alemán Gottfried Glöckner.
La calvario de Glöckner empezó en 1997, cuando la Unión Europea aprobó la venta comercial del Bt176, un maíz genéticamente modificado de Syngenta, y el agricultor decidió sembrarlo en sus tierras. Con el tiempo, el Bt176 se convirtió en el único maíz que consumía su ganado,
dijo a RT Glöckner. En 2000 en su hacienda fueron registrados los primeros casos de
infertilidad, enfermedades, muertes y defectos graves en los terneros recién nacidos.Un laboratorio alemán analizó las muestras y concluyó que
los efectos fatales se debían al maíz transgénico, en cuyas semillas había un 24% menos de la cantidad de aminoácidos esencial para la alimentación del ganado - un 8,8% menos en el maíz de silo - en comparación con
el maíz natural. Por su parte, Syngenta también llevó a cabo una serie de pruebas del
suelo de la granja y del maíz en sus laboratorios, pero afirmó no haber descubierto ninguna irregularidad.
Según detalla Glöckner, después de dos años de tramitaciones, en abril de 2002 finalmente se formalizó un informe de daños con el director ejecutivo de Syngenta para Alemania, Hans Theo Jachmann. El documento determinaba que
las pérdidas económicas derivadas de la muerte de animales, la compra de nuevo forraje, los costes de veterinarios y la leche no producida ascendían a medio millón de euros. De esta suma,
la empresa llegó a pagar solo 43.000 euros.
Comentario: Cabe hacer notar que esta disputa comenzó en abril, cuando fue filtrado un memorandum de la NASA, en el cual se decía que esta agencia suspendería todo contacto con el gobierno ruso debido a la "violación rusa de la soberanía de Ucrania y de la integridad territorial". Como ya saben nuestros lectores, esa es una gran mentira. Quienes violaron derechos y la soberanía de Ucrania (y lo siguen haciendo), fueron la Unión Europea y Estados Unidos:
La masacre de Odesa fue organizada en la cúpula del régimen ucraniano
Paul Craig Roberts: La crisis en Ucrania y la locura de la intromisión imperial
Golpe de Estado proestadounidense en Ucrania
Pareciera que Rusia no se deja llevar por este circo de sanciones. Hace poco ya había advertido a EE.UU. que no daría marcha atrás, e incluso habló acerca de la Estación Espacial Internacional:
Rusia tras las nuevas sanciones: "EE.UU. tendrá que usar un trampolín para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional"