Querida Ana,
Dos días he tardado en lanzarme a escribir esta columna porque, por lo general y con la excepción de los casos flagrantes de manipulación informativa (autonómicas,
TVE...), quién soy yo para cuestionar la labor de otro colega. Remitiéndome a tus propias palabras que, por otro lado, siempre abren una buena vía de escape, yo soy un aprendiz que sigue aprendiendo.
Sin embargo,
la entrevista a Malala emitida el pasado domingo me dolió profesionalmente, más aún considerando que detrás de la misma había años de gestiones para conseguirla. Desde mi punto de vista, la entrevista con la joven que sufrió un terrible atentado a manos de los talibanes no aportó gran cosa, nada que no hubiéramos oído ya antes y, en mi humilde opinión,
únicamente sirvió para reforzar su rol de objeto de propaganda en que ya ha sido convertida.
Me explico: que Malala fuera tiroteada es condenable y jamás tendrá justificación, como elogiable es el modo en que se ha recuperado y ha asumido un papel reivindicativo para que todos los niños del mundo puedan ir a la escuela. Hasta ahí, mi profundo reconocimiento, tanto a ella como a usted que con su entrevista enfatizó ambas cosas. Sin embargo,
ni a Malala ni a usted en su entrevista les oí mencionar nada acerca de los atentados estadounidenses con drones.
Ana Pastor, la supuesta incisiva periodista independiente PERO que nunca cuestiona la realidad alternativa que inventa Occidente.
Comentario: Ana Pastor, esa intrépida periodista, sin pelos en la lengua, que presiona a sus entrevistados para sacar algo de verdad en ellos, es lamentable que NUNCA utilice sus armas para desmontar la "
realidad alternativa" que inventa el imperio Occidental. Al final, se convierte en una mercenaria más de las mentiras de Estados Unidos. Una pena que malgaste su talento al servicio de
los psicópatas en el poder.
Comentario: Y mientras las acciones de Estados Unidos se demuestran ineficaces, Rusia continúa su éxito en Siria, ahora con la llegada de las bombas antibúnker.