Pues ya parece claro. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la hucha de las pensiones, se vacía el próximo año. Según ha reconocido el propio gobierno no habrá dinero pagar la paga extra a los jubilados en la Navidad de 2017.
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¿Por qué se ha quedado sin fondos? Para empezar por la constante destrucción de empleo bajo los últimos gobiernos, que ha disminuido los ingresos a la Seguridad Social, y las bajadas de los sueldos que, lógicamente, suponen menores cotizaciones. A todo ello hay que añadir los constantes hachazos que se han ido dando a la hucha. De casi 70.000 millones de euros en 2011 ha pasado a 25.176 millones de euros,
y parte de ese dinero ha ido al bolsillo de los empresarios bajo el formato de "incentivar contrataciones".
También hay que reconocer al gobierno que ha tenido algún
mérito para sanear las cuentas de las pensiones: Ha frenado la esperanza de vida de los españoles, lo cual es muy útil a efectos de eliminar pensiones por la vía de borrar jubilados del mundo de los vivos. También ha obligado a los jubilados a pagar por sus medicinas, así con una mano les daba la pensión y con la otra se la quitaba. Y ha eliminado las ayudas a la dependencia, que esto también ayuda a limpiar el país de jubilados.
Las perspectivas todavía son mucho peores. El nuevo gobierno tendrá que recortar 5.500 millones de euros de los nuevos presupuestos que le pide Bruselas. Y como gobernarán los mismos recortarán sobre lo mismo.
Comentario: El 'gran drama español' que sufre no sólo el pensionista, sino la familia entera, es en última instancia consecuencia de vivir en una patocracia, término usado por Andrew Lobaczewski para referirse a la culminación del fenómeno de ponerización macrosocial descrito en su libro
Ponerología Política.
El comportamiento despiadado de las distintas instituciones españolas constata que todos estos organismos han sido afectados por este fenómeno. Uno puede sentir incluso que esta invasión de factores patológicos ha llegado a su máxima expresión, lo que supondría una 'infección bactereológica' interna de todo el sistema.
Tal tragedia también trae consigo algo "positivo", una inmensa cantidad de conocimiento ponerológico, del cual podemos extraer las leyes que gobiernan semejante proceso. La indignación, el sufrimiento, las injusticias, el desamparo, la impotencia que sufren los ciudadanos gobernados por dementes es fruto de este fenómeno, y sin conocimiento del "
verdadero mal", no podremos defendernos.
El mal ya no es una cuestión moral; ahora puede analizarse y comprenderse científicamente. Ponerología y psicopatía son dos conceptos fundamentales para entender de forma clara y objetiva el deplorable estado de los asuntos humanos en este mundo. No se trata de "tiranía" o de "codicia", se trata de la psicopatología y su influencia sobre la naturaleza del mal en la sociedad.Para más información vea:
Puedes conseguir el libro de
Ponerología Política aquí
Comentario: El 'gran drama español' que sufre no sólo el pensionista, sino la familia entera, es en última instancia consecuencia de vivir en una patocracia, término usado por Andrew Lobaczewski para referirse a la culminación del fenómeno de ponerización macrosocial descrito en su libro Ponerología Política.
El comportamiento despiadado de las distintas instituciones españolas constata que todos estos organismos han sido afectados por este fenómeno. Uno puede sentir incluso que esta invasión de factores patológicos ha llegado a su máxima expresión, lo que supondría una 'infección bactereológica' interna de todo el sistema.
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