© DesconocidoEl mandatario haitiano, Michel Martelly, ratificó su compromiso con la reconstrucción del país a tres años del sismo. Señaló que es un proyecto a largo plazo y pidió "no dejar de laborar ni un minuto", pero la herida de la corrupción es profunda.
El temblor dejó 300 mil muertos, 350 mil heridos, y casi dos millones de personas quedaron sin viviendas. Puerto Príncipe, la capital, perdió gran parte de su infraestructura.
Uno de los grandes asuntos pendientes es el alojamiento de los damnificados, señalaron entidades como la Federación Internacional de la Cruz Roja, citadas por agencias de noticias. Alexandre Claudon, representante de ese organismo en el país caribeño, manifestó en un comunicado que quienes viven en campamentos temporales están expuestos a la inseguridad y aún son vulnerables a los desastres naturales.
En esa situación, en la cual se encuentran aún 357.000 haitianos, resulta creciente el riesgo de contraer enfermedades, entre ellas el cólera, enfermedad que ha quitado la vida a más de 7.600 personas desde octubre de 2010, señaló.