El estadio Mane Garrincha de Brasilia es el segundo más caro del mundo; sin embargo, la ciudad no tiene un equipo de futbol local.
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La Copa del Mundo Brasil 2014 está a la vuelta de la esquina, pero no todos están tan emocionados por que empiece la magna fiesta del balompié mundial:
Associated Press ha publicado un reporte donde se dan a conocer los altísimos costos de los preparativos y la corrupción rampante que ha imperado desde hace años en Brasilia, y que culmina con la construcción del segundo estadio de futbol más caro del mundo en una ciudad sin equipo local.
Y es que el estadio Mane Garrincha en Brasilia tuvo un costo de unos $900 millones de dólares, apenas por detrás del estadio más caro jamás construido, el de Wembley en Inglaterra, que costó $1.25 mil millones de dólares. Ni siquiera se trata de una inversión a largo plazo para la ciudad, pues Brasilia ni siquiera tiene un equipo profesional de soccer local.
Auditores citados por
AP afirman, por ejemplo, que el costo de transportación de las gradas tenía un presupuesto de $4,700 USD, pero el consorcio encargado (Andrade Gutierrez) de la construcción cobró $1.5 millones al gobierno brasileño,
318 veces el costo original.
Andrade Gutierrez se hizo de hasta 1/4 del presupuesto asignado a la copa del mundo (que suma un total de $11.5 mil millones de dólares) gracias a que en 2008 la empresa contribuyó con más de $70 mil dólares para los costos de elecciones municipales, según
AP. Cuando se supo qué ciudades serían sedes de la Copa del Mundo, Andrade Gutierrez aumentó sus contribuciones a $37.1 millones, lo que según
AP es una clara mancuerna de corrupción entre la empresa y el gobierno local.
Comentario: Al margen de la tibia y esteril cobertura de esta noticia por parte del diario ABC, no queremos perder oportunidad de remarcar la importancia de entender quiénes son (o qué son) estos sujetos que toman decisiones en nuestro nombre y para "nuestro bien" conocidos vulgarmente como "gobernantes".
Sólo un auténtico psicópata puede pronunciar semejante sentencia. Sólo un sujeto con una carencia total de conciencia moral, de remordimientos y de empatía, puede pensar de este modo, y manifestar tal desprecio por la vida humana.
El modo de pensar de semejantes monstruos lamentablemente se propaga en la sociedad haciéndose eco en sujetos permeables al
odio destilado. Este proceso es conocido como proceso ponerogénico y merece toda nuestra atención para no caer bajo su influjo. A veces estos sujetos saben exponer sus ideas de un modo elegante, bajo cierto marco lógico, y sustentándose en paramoralismos que a los ojos ingenuos o a quienes están bajo el efecto narcótico de sus sesgos y creencias, les resuenan como "ideales superiores", casi divinos.
No quitarle los ojos de encima a estos agentes patológicos que infectan a la humanidad y esforzarse por comprender las dinámicas subyacentes a su accionar, es la mejor forma de mantener activo y vigoroso el sistema inmunológico de las sociedades.
Recomendamos un repaso al artículo Reflexiones sobre Ponerología Política y por supuesto la lectura de "La ponerología política" de Andrzej Lobaczewski, la obra que bien podría ser la MÁS importante que jamás haya leído.
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