© EFELa momia de Enrique IV
Una investigación internacional, con participación del CSIC, ha confirmado la autenticidad de la cabeza momificada atribuida al rey francés Enrique IV, fundador de la casa de Borbón, tras recuperar material genético de esta reliquia y compararla con restos de sangre del decapitado Luis XVI.
El análisis genético de la cabeza de Enrique IV está relacionada con la muestra de sangre de uno de sus descendientes, Luis XVI, hallada en el interior de una calabaza que guardó un pañuelo con la sangre de éste, depositado por un testigo de la ejecución del monarca, en 1793, tal como refleja la decoración de la calabaza.