© Mauricio AntónLos tigres dientes de sable no sufrieron escasez de comida en California durante el Pleistoceno tardío.
Cuando las presas escasean, los grandes carnívoros pueden roer hasta el hueso a cada presa que logran cazar, desgastando sus dientes un poco más con cada repetición del proceso. Un nuevo análisis de dientes que pertenecieron a tigres dientes de sable y a felinos de la especie Panthera atrox, dos animales extintos que habitaron California hace entre 12.000 y 30.000 años, ha revelado que estas bestias no recurrieron, poco antes de extinguirse, a la práctica de roer más de lo habitual a sus presas, lo que sugiere que la falta de ellas probablemente no fue la razón principal de que estos grandes felinos se extinguieran.
El tigre dientes de sable (Smilodon fatalis), y el felino conocido como Panthera atrox (también llamado a veces león americano de las cavernas, entre otros nombres), fueron dos de los carnívoros terrestres más grandes que vivieron en aquella época, y se extinguieron junto a otros animales de gran tamaño hace aproximadamente 12.000 años. Estudios previos habían sugerido muchas causas para esta extinción, incluyendo un cambio climático, la actividad humana y la competencia con humanos y otros animales por la comida.