Historia Secreta
John Taylor, comisario del British Museum de Londres, había viajado como invitado a Brisbane para preparar una exposición. Allí dio con los fragmentos del papiro, que llevaban 99 años olvidados en el sótano del museo. Según afirma, resuelven una parte de un puzzle arqueológico, pues en uno de ellos se reconoce la escritura jeroglífica del nombre del sacerdote y maestro constructor Amenhotep.
El fragmento forma parte del "Libro de los muertos de Amenhotep". El sacerdote fue responsable de la construcción del famoso templo de Amon-Ra, en Karnak, hace 3.400 años.
He estado leyendo mucho últimamente. Quiero decir MUCHO. Entonces, ¿Qué hay de nuevo? El rango de temas que he cubierto es variado; tiendo a seguir mi 'olfato'. A menudo leo un libro que sugiere otro libro, y así sigo, pero últimamente he sido muy ecléctica y aparentemente desconectada. Déjenme darles un ejemplo: Hace algunas semanas tomé el libro You Are Not So Smart (No eres tan inteligente) de David McRaney porque había leído una parte del mismo en el lector Kindle de mi marido. No utilizo el Kindle porque subrayo y tomo notas, así que adquirí mi propia copia. Eso me llevó a Redirect: The Surprising New Science of Psychological Change (Redirigir: La sorprendente nueva ciencia del cambio psicológico) de Timothy D. Wilson, que luego dio lugar a otro de sus libros: Strangers To Ourselves (extraños para nosotros mismos). Que luego dio lugar a Making Sense of People: Decoding the Mysteries of Personality (Encontrándole sentido a las personas: Descifrando los misterios de la personalidad) de Barondes Samuel. Entonces llegaron algunos libros que había pedido hace algún tiempo: Amarna Sunset (Puesta de sol en Amarna) de Aidan Dodson; Akhenaten: Egypt's False Prophet (Akenatón: el Falso Profeta de Egipto) de Nicholas Reeves; Akhenaten & Tutankhamun: Revolution & Restoration (Akenatón y Tutankamón: Revolución y Restauración) de Silverman, Wegner y Wegner; Akhenaten: History, Fantasy and Ancient Egypt (Akenatón: Historia, fantasía y el Antiguo Egipto) de Dominic Montserrat. Luego vino The Fall of Rome And the End of Civilization (La caída de Roma y el fin de una civilización) de Bryan Ward-Perkins. El siguiente: Dark Ages: The Case For a Science of Human Behavior (La Edad Oscura: El caso para una ciencia del comportamiento humano) de Lee McIntyre, seguido por The Taboo of Subjectivity: Toward a New Science of Consciousness (El tabú de la subjetividad: Hacia una nueva ciencia de la conciencia) de B. Alan Wallace. Aquí y allá, he estado leyendo fragmentos de Bertrand Russell. (También leí 'tres misterios' de Gladys Mitchell, pero eso solo fue una lectura de entretenimiento.) Y ahora estoy leyendo War Before Civilization: The Myth of the Peaceful Savage (La guerra antes de la civilización: El mito del salvaje pacífico) de Lawrence H. Keeley alternando con Does the New Testament Imitate Homer? (¿El Nuevo Testamento imita a Homero?) de Dennis R. MacDonald.
Como ya lo he comentado antes, todo esto puede parecer inconexo, incluso para mí, pero lo extraño es que todos los libros mencionados arriba giran alrededor de un tema en particular: Que la Ciencia/academia realmente ha perdido el rumbo, y lo que fue proclamado como la respuesta para todos los problemas de la humanidad, se ha convertido en un medio probable de nuestra destrucción. Esto no es poca cosa, le puedo asegurar, y merece cierta consideración. En Dark Ages: The Case For a Science of Human Behavior (La Edad Oscura: El Caso para una ciencia del comportamiento humano), leemos:
¿Qué se sentiría vivir en una Edad Oscura? ¿Lo notaría? ¿O solo vería los logros del día - tal vez incluso sintiéndose con suerte de vivir en estos "tiempos modernos" y dejar de ver todo lo que no se ha logrado? Por supuesto, nadie que viva en una Edad Oscura la llamaría así, sino que una era posterior le coloca esta etiqueta a una anterior, en la que el estado de la civilización humana es más avanzado. Con el beneficio de la retrospectiva, es fácil ver lo que se ha perdido. ¿Pero no existe alguna manera de juzgar la época propia?
Los investigadores afirman que su hallazgo parece confirmar el recuento del historiador griego, de que enormes olas mataron a centenares de soldados persas durante el asedio de Potidea en 479 AC.
Los científicos -de la Universidad de Aquisgrán- advierten que el área podría experimentar otro fenómeno marino masivo y debería ser incluida entre las regiones griegas propensas a tsunamis.
Arqueólogos en la provincia oriental china de Jiangxi informaron el lunes acerca del hallazgo de un grupo de tumbas de 1.800 años de antigüedad.
Se trata de siete tumbas presuntamente pertenecientes a una familia de la Dinastía Han del Este (24 EC-220 EC), dijo Wang Shanghai, subdirector del instituto de arqueología y reliquias culturales de la provincia.
Argentina. Una comisión técnica de la Dirección de Antropología rescató restos óseos humanos que tendrían una antigüedad de entre 600 y 1.000 años, en un paraje de la localidad de Corral Quemado, en el departamento Belén, a 400 kilómetros al oeste de la capital catamarqueña.
Los restos se hallaban en una tumba de piedra, cuya tapa fue removida accidentalmente por una máquina vial que se encontraba reparando el camino.
"Hemos encontrado unos 40 huevos hasta ahora, el número exacto no se ha establecido", dijo Said-Emin Dzhabrailov, geólogo en la Universidad del Estado Checheno.
"Podría haber muchos más bajo la tierra", añadió.
El yacimiento se descubrió cuando un equipo de construcción estaba barrenando una colina para construir una carretera cerca de la frontera de la región con la ex república soviética de Georgia, en las montañas del Cáucaso.
Es la civilización más antigua de América pero, paradójicamente, ha sido prácticamente la última en conocerse. Su descubridora, Ruth Shady Solís, arqueóloga y antropóloga peruana, visita estos días Santiago para hablar de Caral, la civilización más antigua de América -es, por ejemplo, tres mil años anterior a la maya-, lo que sitúa su desarrollo hace cinco mil años. Shady abordó la trascendencia y el rol que juega en la sociedad actual la investigación de esta civilización que se caracteriza, al contrario de otras contemporáneas en el Viejo Continente, como Egipto o Mesopotamia, por no ser guerrera ni utilizar apenas armas, lo que para Ruth demuestra que hay otras formas de desarrollarse. «Se desarrolló en condiciones de paz, por lo que el mensaje que debemos sacar es que más vale el intercambio y la comunicación que la dominación», apunta Shady. Una de las curiosidades de Caral es que sus pobladores descubrieron técnicas antisísmicas «y han venido ingenieros japoneses después del terremoto a conocer estas tecnologías a Caral. Les parecía increíble como cinco mil años después obtuvieron el mismo resultado», concluyó.
Se trata de un diente, concretamente el primer molar derecho de un ser humano que habitó la cueva cacereña "hace unos 5.000 años", según ha explicado el director del proyecto, el profesor Antoni Canals, que ha presentado los descubrimientos que se han hecho en la concavidad y que ha calificado de "extraordinarios".
Así, los investigadores se han topado también con un asta de ciervo, un molar de un caballo, un diente de murciélago, algunas herramientas en cuarzo y sílex, o restos de cerámica, que demuestran "la transición de las sociedades de cazadores a agricultores" que habitaron el Calerizo de Cáceres y la existencia de transacciones económicas.
El descubrimiento -publicado en marzo por la revista británica Historical Biology y difundido la semana pasada por el CNRS, centro nacional francés de investigación científica, que apoyó la investigación- implica tres hitos, destacó la paleontóloga uruguaya Graciela Piñeiro, responsable del equipo que reúne investigadores de Argentina, Brasil y Canadá.
"Tenemos un embrión casi completo de un reptil muy primitivo que tiene unos 280 millones de años de antigüedad, que está totalmente arrollado, envuelto en una membrana o cáscara blanda", explicó Piñeiro.