Los neurocientíficos se vieron obligados a utilizar un concepto similar al empleado por Carl G. Jung, quien se encargó de fundar el término de "trauma intergeneracional" Un trauma, por sí solo, es una herida cuyo elemento principal es la fragilidad y ruptura de un cuerpo, una psique, un concepto o una memoria. Se trata de una herida difícil de sanar, la cual tiene la capacidad de infectarse y de deteriorar el estado de una persona así como de sus seres cercanos. Un corazón roto, un asalto, un secuestro, un genocidio o la negligencia afectiva son eventos que tienen el poder de convertirse en un trauma que altera la psique y el soma.
Que una herida, física o psíquica, no pueda sanarse, se debe a que el sistema está siendo constantemente atacado por niveles desorbitantes de estrés. Es en ese momento que el cuerpo comienza un ciclo vital de supervivencia, como una ayuda vital a la adaptación a aquella situación que genera estrés, y por lo tanto comprometerá a mecanismos cerebrales, endocrinos e inmunológicos para lograrlo. Por otro lado, en caso de que el sistema, psique o soma no sea capaz de manejar la cantidad ni la potencia del estrés, terminará por sobresaturarse creando una nueva línea basal (línea base, estabilidad orgánica) llamada
alostasis.Cualquier persona que ha sufrido de un corazón roto sabe que el trauma no es estático: a veces podemos ser víctimas de una ira en contra de aquella persona que logró, en su momento, que cualquier malestar se difuminara; y en otras, simplemente sentir una tristeza profunda que anula toda vitalidad y tranquilidad. Este trauma está
provocando que el cuerpo y la mente sufran de un equilibrio forzado en los límites de la piel (la alostasis): se eleva el ritmo cardíaco, se desarrollan malestares corporales, en ocasiones se sufre de ataques de pánico derivados de una hipervigilancia constante, el cuerpo se inundará de cortisol provocando migrañas, problemas con el sistema endocrino, alteraciones en la temperatura y en el cuerpo, dermatitis o inclusive asma, se planeará - inconscientemente - huir o pelear las 24/7, entre otros síntomas.
Comentario: Y es importante saber que entre nosotros existen individuos que no tienen las áreas cerebrales de la conexión social lo suficientemente desarrolladas y que utilizan nuestras vulnerabilidades (como las expresadas más arriba) para llevarnos a actuar de manera patológica, como ellos, e impulsar sus intereses de control y dominio sobre todos. Recomendamos leer: