La Guardia Civil tuvo que dar ropa de abrigo a una senderista rescatada en medio de la nieve y el viento
Hace casi dos meses que comenzó oficialmente la primavera, pero a estas alturas el invierno se resiste todavía a decir adiós en el Pirineo y la prueba es que se están viviendo unas últimas jornadas con
condiciones más típicas de un mes de febrero que de mitad de mayo con más nevadas, fuertes vientos y temperaturas que se han desplomado incluso hasta los 10 bajo cero.«Ha sido un invierno muy duro y parece que no se quiere marchar porque no es normal que tengamos este frío en esas fechas», comenta Raúl Martínez, uno de los guardas del refugio de Cap de Llauset, el más alto del Pirineo con 2.425 m y que el lunes marcó, por segundo día consecutivo, la mínima de Aragón con -10 grados, aunque
el fuerte viendo hizo que la sensación se acercara incluso a los 15 o 20 bajo cero en muchos momentos. «Lo llevamos con resignación», asegura. Por suerte, gracias al novedoso aislamiento de este refugio inaugurado en el verano de 2016, «no pasamos frío y es muy confortable el interior».
Nieve asegurada para junioAunque en principio iban a estar completas sus 32 plazas este fin de semana, al final hubo anulaciones por el mal tiempo y tuvieron 17 y 12 personas alojadas, respectivamente. A las puertas de Cap de Llauset se acumulan
2,10 metros de nieve, un paraíso para los esquiadores de travesía, sus principales clientes en esta época. Una situación que prevé que se mantenga varias semanas.
«Creo que tenemos nieve asegurada para todo el mes de junio, y para julio ya no me atrevo tanto a decirlo porque esto cambia mucho y a lo mejor vienen dos semanas de mucho calor y se va muy rápidamente», advierte.
Comentario: Durante esos días se vieron dos arco iris de fuego en dos lugares distintos de EEUU.