
Niños duermen en la calle tras los temblores que afectaron Managua a mediados de abril.
Los científicos al mando de Dionisio Rodríguez, director del Instituto de Geología y Geodesia de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (IGG- CIGEO- UNAN), insisten en que los sismos no destruyen, sino las malas construcciones, con lo que buscan alejar el fantasma de diciembre de 1972, cuando un movimiento telúrico devastó el centro de la ciudad, mató a diez mil personas e hirió a 20 mil.
El IGG- CIGEO presentó un estudio sobre seis fallas de la capital, incluyendo la de Tiscapa, que causó el terremoto de 1972, pero igual mencionaron el caso de Nejapa- Mateare, Cofradía y el sistema del Estadio que provocó el terremoto de 1931. Rodríguez reconoció que los recientes sismos se adelantaron a la presentación de un estudio que venía elaborando desde hace años.