
"Nosotros no somos una colonia de Merkel"
Tal vez en teoría...
Luego de que el Primer Ministro Alexis Tsipras anunciara las elecciones anticipadas en Grecia, el auge se redujo en la rebelión de ese país, al menos en su forma actual. Incluso antes de que Syriza (posiblemente el primer gobierno verdaderamente de izquierda en Europa desde España antes de la Segunda Guerra Mundial) llegara al poder en Grecia en enero de este año, los cuchillos de las potencias centrales de la UE estaban tras ellos.
Inmediatamente después de la victoria de Syriza en las urnas, los eurócratas comenzaron cerrando el flujo de efectivo del Banco Central Europeo al Banco de Grecia. También comenzaron una campaña sostenida de "fuga de capitales", retirando miles de millones de euros de la economía griega, alentando así a que los inversores privados siguieran su ejemplo.
A continuación, establecieron "controles de capital", aparentemente para frenar la fuga de capitales que ellos mismos estaban causando, la cual tuvo el efecto previsible, aumentar la deuda total pendiente de Grecia en un tercio a los impagables 312 millones de euros. La economía de Grecia se ha reducido en un 30% desde que entró en recesión hace 8 años, una contracción peor (tanto en duración como en profundidad) que la Gran Depresión estadounidense de la década de 1930.
A lo largo de esta campaña de terrorismo financiero, los eurócratas bloquearon, o bien, frustraron todos los esfuerzos realizados por el gobierno griego para implementar reformas que aliviaran al pueblo griego e hicieran que su economía volviera a ser productiva.
Lo hicieron porque ellos buscaban poner al país de rodillas, y luego iniciar la serie de medidas de austeridad que hemos visto que el gobierno griego aceptó ahora, de un solo golpe, y sin resistencia. Para aquellos que estén familiarizados con la Doctrina del Shock de Naomi Klein, se trata de la terapia de choque económico 101: "Sólo una crisis - real o percibida - produce un cambio real", dijo el monetarista esquizoide por excelencia, Milton Friedman. En el proceso, la idea de que la UE se basa en la justicia social y la solidaridad ha sido expuesta como nada más que retórica manipuladora y cínica. Los poderes centrales europeos buscan que los estados miembros periféricos de Europa estén al tanto de las reglas reales que gobiernan la UE: "Nosotros gobernamos, ustedes obedecen. Nosotros saqueamos, ustedes se someten".
Durante la crisis, los griegos valientes sacaron a relucir las reparaciones de guerra de la era nazi y hablaron en contra de las sanciones antirrusas, pero en ningún momento mencionaron públicamente un
'Grexit'; rumores en ese sentido siempre vinieron de los eurócratas y los banqueros. Al igual que un psicópata abusa psicológicamente de su presa hasta el punto de llegar a hacerla dudar de su memoria, percepción o cordura, pintaron el
Grexit como un escenario de pesadilla, y luego lo usaron - despiadadamente - como palanca con la que aterrorizar económicamente a la población griega y torturar mentalmente a sus líderes.
Comentario: En la segunda parte, vamos a ver más revelaciones de Varoufakis acerca de la "troika", su metáfora del "minotauro global" para "la Bestia", es decir, el imperio estadounidense, y por qué los eurócratas rechazaron su plan para resolver efectivamente los problemas de dinero en Europa.