OF THE
TIMES
[estos son] los tres grandes principios de la Odisea que se convertirán en constantes virtuales del sistema de reglas de la narrativa clásica: el crimen lleva inevitablemente al castigo, el cerebro es intrínsecamente más fuerte que los músculos y pasar por encima de la propiedad de los demás es invariablemente una violación fatal, [...] cualquier desprecio mortal por la divinidad o la autoridad invariablemente trae una retribución, sea sobre el ogro Polifemus, el mendigo, Irus, o incluso (en su arrebato blasfemo final al gigante cegado) el mismo Odiseo. [...] En gran parte, los roles narrativos de los propios participantes humanos son, directamente, definidos en términos de estas leyes morales.Los principios fundamentales de la vida que gobiernan las acciones retratadas en La Odisea, habrían sido correcta y ampliamente entendidos en los tiempos en que esta historia se recitaba en comunidades del mundo antiguo, y seguramente aceptados por los oyentes puesto que cada episodio se desarrollaba y concluía con justicia.
(Bruce Louden (2011), La Odisea de Homero y el Oriente Próximo, Cambridge University Press).
"Tamerlan Tsarnaev, sospechoso de ser el bombardero del Maratón de Boston, oía voces en su cabeza y tenía un alter-ego".Muy bien entonces, nada de mucho interés con eso.
"Como parte de una investigación de cinco meses, el Globe habló con fuentes cercanas al mayor de los Tsarnaev. Uno de ellos fue Donald Larking. Larking mencionó que Tarmerlan creía que las voces eran parte de un "majestuoso control mental", el cual era "una forma de quebrar a una persona para crearle una personalidad alterna con la cual debía coexistir".
"Cualquier debate es valioso, especialmente cuando se lleva a cabo con buena fe."Pero primero, ¿qué es el CO2? Según István E. Markó - químico de la Universidad de Lovaina en Bélgica - en un artículo titulado: "La fuite en avant du GIEC" [La huida hacia adelante del IPCC], publicado el 3 de octubre de 2013:
~ François Gervais
« el CO2 es la molécula de la vida y [...], sin ella, no habrían plantas o microorganismos en la Tierra. Ningún ser humano, tampoco. En la antigüedad, la atmósfera contenía mucho más CO2 que hoy. Siendo prueba de ello que ciertas bacterias han debido establecer sistemas de apoyo para adaptarse a la disminución de CO2. Por último, señalemos que en algunos períodos glaciares, los niveles de CO2 eran tres o cuatro veces superiores a las medidas de hoy, atestiguando, si es que todavía es necesario, de su mínimo efecto invernadero. En cuanto a los valores "constantes" del orden de 280 ppm antes de la revolución industrial, éstas son el resultado de una cuidadosa selección, guiada por el deseo de demostrar una teoría acerca de la influencia dañina de la utilización de combustibles fósiles. Esta actitud totalmente anticientífica es común en este área donde lo político triunfa sobre lo científico. [...]
El CO2 se produce después de un aumento de la temperatura, no antes. Es una consecuencia de la subida de la temperatura y no su causa. [...] si nosotros aumentamos aún más la cantidad de CO2 en la atmósfera, eso no cambiará casi nada su efecto invernadero, habiendo éste llegado a su máximo. Este hallazgo, basado en las leyes de la física, confirma lo que los climatólogos más importantes han estado diciendo y publicando: cuanto más CO2 haya en la atmósfera, ¡menos importante es su efecto invernadero! » [El énfasis es mío.]