© INAHDescubren escultura y monolitos en la Pirámide del Sol en Teotihuacan.
Arqueólogos mexicanos descubrieron la escultura de Huehuetéotl, dios del Fuego, además de dos grandes estelas y un fragmento de una tercera, una de ellas es un monolito de casi una tonelada de peso en piedra verde, al excavar un foso en la cúspide de la Pirámide del Sol, en Teotihuacan, México.
A sólo 50 centímetros de la superficie apareció la escultura del viejo dios, la más grande de su tipo encontrada en Teotihuacan, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El monumento está intacto en un 75%. Sus 58 centímetros de alto y 190 kilogramos de peso están compuestos de la piedra andesita gris.
© LUIS ACOSTA/AFP/Getty ImagesCúspide de la pirámide.
Es una versión atípica del dios Huehuetéotl, dicen los arqueólogos. Sus brazos van entrecruzados, sus arrugas van poco marcadas y la decoración del brasero no es la conocida antes, además lleva un antifaz, y moños en la cabeza y cuello. Se conserva parte de la pigmentación original sobre los diseños geométricos de bajo relieve.
Este descubrimiento junto al brasero encontrado en 1906, además de otros instrumentos para la ceremonia del Fuego, vienen a confirmar que en la Pirámide del Sol se realizaban estos cultos.
En la cúspide de la pirámide había un templo que fue destruido por los propios teotihuacanos, informa INAH.
Se cree que la fosa encontrada, de 4 por 17 metros y de 5 metros de profundidad fue hecha en épocas prehispánicas para recuperar alguna ofrenda importante que se encontraba en el lugar.
Según los arqueólogos, las piezas del lugar se repartieron en los edificios públicos de la ciudad como un acto de desacralización. Con el paso del tiempo, las que quedaron en el lugar, cayeron en la fosa, donde permanecieron ahí durante los siguientes siglos.
Junto a la escultura había un fragmento de estela de 80 kilogramos además de objetos de piedra verde, conchas marinas y cuentas.
Las estelas completas, una de ellas es un monolito verde de 2,56 metros de largo que pesa 955 kilogramos y que se encontró a 4,30 metros de profundidad. Es el más grande de los 20 encontrados en Teotihuacan.
La segunda estela es de 1,40 metros de altura y pesa 300 kilogramos, descubierta poco antes de terminar las exploraciones en diciembre pasado.
Los arqueólogos creen que este hallazgo indica que el investigador, Leopoldo Batres, quien cubrió la cima de la pirámide hace más de un siglo, lo hizo sin antes excavar.
El INAH cuenta que debieron utilizar un sistema de cuerdas para bajar desde los 66 metros de altura a estos pesados monolitos.
La Pirámide del Sol fue construida en su totalidad entre los siglos I y II d. C. con la altura que se observa hoy, y en el siglo III se amplió su anchura.
Teotihuacan es un complejo arqueológico precolombino que se encuentra a 40 kilómetros al norte de la ciudad de México. Cubre 82,6 kilómetros cuadrados. Se destacan en él las Pirámides del Sol y de la Luna. Se estima que llegó a tener una población de unos 150.000 a 200.000 habitantes.
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