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© Universiddad de BasileaExcavaciones de tumbas griegas en Francavilla Maritima.
Arqueólogos examinan la llegada de los primeros griegos al Sur de Italia. Excavaciones de tumbas del siglo VIII a.C. revelaron un primer encuentro cultural entre una población local y los colonos griegos, en Francavilla Marítima, territorio que formó parte de la Magna Grecia, en la actual Cosenza, Calabria, costa sur del País.

Hasta ahora se conocía que otros griegos llegaron a Cumas, en la Costa de Campania, al sureste de Italia en el año 1050 provenientes de Calcis y Cime, donde se fueron luego fundando otras ciudades por la costa, entre ellas Nápoles, que se llamó Panténope.

En Francavilla, los investigadores de la Universidad de Basilea, excavaron la tumba intacta de una mujer con una placa de bronce decorativa y monumental, la tumba de un bebé recién nacido y un niño de cinco años. A la par se analizaron las tumbas de las élites locales y se confirmó un estrecho contacto entre las dos culturas.

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© ArcheocalabriaRestos de mosaicos d ela ciudad de Sibaris.
Desde las fechas que llegaron los colonos griegos se observaron en los entierros locales la introducción de hábitos y costumbres del Este, destaca el informe de Basilea.

El bebé griego estaba dispuesto en un recipiente, y una mujer, en un espacio de 4,5 metros, la tumba más grande conocida en la zona. Entre su ajuar funerario se encontró un excepcional plato decorativo de bronce y cientos de cuentas de ámbar, que se distribuyeron de manera uniforme en la tumba. Para los arqueólogos es aún un misterio su significado.

Fue encontrada una tela que pudo formar parte de la vestimenta de una mujer o quizás pudo ser que envolvía el cuerpo de la difunta.

Los primeros asentamientos griegos en Francavilla Marítima se interrumpen abruptamente en el siglo 730 y 720 a.C., justo en la época de la fundación de la próspera ciudad de Sibaris sobre el vecino Golfo de Tarento, en el mar Jónico, señalan los arqueólogos. La ciudad de Sibaris llegó a tener unos 300 mil habitantes.

Por la historia se conoce que los sibaritas comerciaban con los Miletos y los etruscos, y pasó a ser legendaria por su riqueza y por su costumbre dedicada al lujo y la vida reposada. Durante su crecimiento se caracterizaron de acuñar la moneda de plata sibarita que llevaba la leyenda de Sibaris, un toro que mira hacia atrás.

Tras su crecimiento se fundaron en la cercanía las ciudades de Crotona y Tarento. Durante la expansión, los sibaritas destruyeron e invadieron la ciudad de Siris, pero en el siglo V, entró en guerra con Crotona y fue destruida. En vano los sobrevivientes intentaron refundarla. La Calabria dejó de pertenecer a la Magna Grecia en el siglo III a.C. Siglos más tarde formaron parte del Imperio Romano y se perdió la lengua griega poco a poco.

Las otras colonizaciones griegas que se distribuyeron desde Cumas rivalizaron en prosperidad con Sibaris y significaron importantes rutas marítimas. Con el fortalecimiento de los etruscos, éstos invadieron junto a los Umbros y los Daunis a las ciudades de Campania.