El uso de cebos envenenados causó la muerte a más de 40.000 animales de fauna silvestre y doméstica en España entre 2005 y 2010, aunque sólo se localizaron 4.395 en ese período de tiempo, según pone de manifiesto el proyecto 'LIFE+veneno', desarrollado por SEO/Birdlife con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que aporta 450.000 euros a esta iniciativa.
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"El uso ilegal de veneno es la principal amenaza de especies silvestres vulnerables o que se encuentran en peligro de extinción", alerta la Fundación Biodiversidad en una nota de prensa, en la que explica que el águila imperial ibérica, el alimoche común, el buitre negro, el águila real, el águila-azor perdicera, el milano real, el milano negro y el quebrantahuesos han sufrido especialmente las consecuencias de los venenos.

Esta práctica ilegal también afecta a mamíferos como el zorro, el oso pardo y el lobo. La muerte de estos animales puede suponer la pérdida de sus territorios, la disminución del relevo generacional o el aislamiento de sus poblaciones.

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En entornos urbanos, los animales domésticos también sufren las consecuencias del uso de cebos envenenados. El perro es la especie más afectada por el uso ilegal de veneno en España, con 953 casos detectados entre 2005 y 2010. En este periodo también se hallaron 207 gatos envenenados.

"El alto número de animales domésticos detectados también se debe a que gran parte de sus envenenamientos son denunciados por sus dueños y, por tanto, pueden ser cuantificados", según indica el informe elaborado por SEO/Birdlife.

Ante esta situación, la Fundación Biodiversidad apoya el refuerzo de las acciones para combatir las muertes por envenenamiento, dando continuidad a las actuaciones efectuadas en el marco del proyecto 'LIFE+veneno' en aplicación de la Estrategia Nacional contra el Uso ilegal de Cebos Envenenados en el Medio Natural, elaborada en 2004 por el Ministerio junto al resto de administraciones competentes.

Por último, "con vocación de involucrar a la ciudadanía y denunciar los casos de envenenamiento", la Fundación Biodiversidad recuerda que se ha creado una Red de Voluntarios contra el Veneno, que cuenta con más de 333 miembros. Asimismo, se ha mantenido el Teléfono SOS Veneno (900 713 182), creado en 1999, y se da apoyo a otras iniciativas cofinanciadas por la Fundación Biodiversidad, como el proyecto 'SOS Veneno', desarrollado por el Fondo para la Conservación del Buitre Negro.

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