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Compuestos dispersores inyectados en la profundidad del Golfo de México para contrarrestar el derrame causado por un pozo evitaron que parte del petróleo ensuciara la superficie, pero la permanencia de los químicos bajo el agua está despertando preocupación sobre problemas a largo plazo.

La primera investigación exhaustiva sobre lo que pasó con más de 2 millones de litros de dispersores de petróleo (770.000 galones) usados a más de dos kilómetros (una milla) de profundidad cerca del averiado pozo de British Petroleum encontró una serie de resultados contrastantes.

La nueva investigación apareció en la publicación Enviromental Science & Technology y se enfocó en el destino de los controversiales químicos y no en su nivel de toxicidad.

Científicos en el Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts hallaron evidencia circunstancial de que los químicos llevaron algo de petróleo a corrientes submarinas, impidiendo que emergiera a la superficie, donde habría causado más daño, dijo la química marina Elizabeth Kujawinski.

Eso sería considerado como algo positivo, evitando que pantanos y playas se embadurnaran de más chapopote, dijo Kujawinski.

Pero agregó que ''el dispersor se está adhiriendo por doquier'' lo cual es preocupante. Los químicos no parecen biodegradar el petróleo y gas tan rápido como la química básica habría predicho. Su estudio dijo que los químicos fundamentales en los dispersores sufren ''insignificantes o bajas tasas de biodegradación''. Otros estudios han demostrado que el petróleo, no los dispersores, se disuelven con rapidez.

Qué tan rápido se degradan los químicos es importante por el potencial daño a largo plazo causado por la contaminación crónica, dijo.

Cuando se llega a la pregunta básica de si funcionó usar los dispersores, Kujawinski dijo que es todavía muy pronto para decirlo.

Larry McKinner, quien dirige un centro de investigaciones del golfo de México de la Universidad A&M de Texas, dijo que el uso de los químicos por parte del gobierno fue ''exitoso al evitar daños más graves en pantanos y marismas. Eso sirvió. Pero hay probablemente un precio que pagar por ese éxito''.

Un estudio federal del año pasado descubrió que en el corto plazo, los dispersores no son más peligrosos que el petróleo para la vida marina. Pero, los efectos a largo plazo siguen siendo una incógnita.

El nuevo estudio ilustra lo poco que los científicos saben sobre el uso de dispersores en aguas profundas, dijo el científico marino de la universidad estatal de Florida, Ian MacDonald.