John Henry, tendero, ha sufrido varios robos en su comercio, ubicado dentro de una gasolinera en Seattle, Washington. Pero con su amplia experiencia, jamás hubiera imaginado lo que sucedió este sábado.

Un cliente acababa de pagar su café. De pronto sacó un arma, y con mucha educación y gentileza le pidió que vaciara la caja registradora.

El ladrón explicó los motivos por los que cometía la fechoría, se disculpó y prometió devolver el dinero en cuanto su situación mejorara. Luego se despidió con bendiciones.

Tanta compasión despertó, que el tendero no presentó cargos.

Henry cuenta en este video de BBC Mundo qué le dijo al hombre, cuyo asalto fue grabado por las cámaras de circuito cerrado.