Una investigación de gran envergadura ha revelado que los misteriosos 'hobbits' que habitaron la isla de Flores hace 50.000 años, fueron en realidad una especie de Homo paralela a la nuestra y no humanos disminuidos en tamaño, como estimaban algunos.

Desde su descubrimiento en 2003, los restos de Homo floresiensis —conocidos también como hombre de Flores o 'hobbit', por su estatura de un metro— han mantenido a los paleoantropólogos enzarzados en un debate sin fin.
hobbit
© AP Photo/ Kinez Riz
Inicialmente, los científicos estimaban que esta especie era descendiente de Homo erectus, que debido al fenómeno conocido como enanismo insular, con el tiempo disminuyó en tamaño. Otros suponían que eran especímenes de Homo sapiens (nuestra especie) que se convirtieron en enanos debido a malformaciones como microcefalia, síndrome de Laron y cretinismo.

Ahora, un grupo de paleoantropólogos de la Universidad Nacional de Australia ha realizado una exhaustiva investigación de los restos fósiles de esta especie, comparándola con los restos de otras especies humanas, para determinar el árbol genealógico, informa la publicación de Journal of Human Evolution. Según encontraron, su pariente más cercano resultó ser el Homo habilis.

Los científicos no pueden asegurar si aquel ancestro común abandonó África y después dio lugar al 'hobbit', o si este surgió directamente en el continente africano. Según el coautor del estudio Michael Lee, los resultados sí confirman la identidad y el origen de la especie.
"Podemos estar seguros en un 99% de que no está relacionado con el Homo erectus, y casi en un 100% de que no es un Homo sapiens malformado".
Lo curioso es que los mismos datos indican la posibilidad que, contrario a lo que se creía hasta ahora, los 'hobbits' puedan tener un origen más antiguo que el propio Homo sapiens, a la que pertenecemos nosotros. De ser así, esta especie sería pariente de los homínidos Australopithecus, y se habría separado de la rama común de la humanidad incluso antes de que esta apareciera.