El informe de la profesora Alexis Jay en 2014 destapaba uno de los mayores escándalos sexuales en la historia del Reino Unido. Al menos 1.400 niños fueron víctimas de una explotación sexual "atroz" en Rotherham desde 1997 hasta 2012 con la complicidad de las autoridades, que no tomaron medidas contra los agresores para no herir sensibilidades.
"Es difícil describir la naturaleza atroz de los abusos que sufrieron los niños. Fueron violados en grupo, víctimas de la trata a otros pueblos y ciudades del norte de Inglaterra, secuestrados, golpeados e intimidados".
La diputada laborista, Naz Shah,
La diputada laborista, Naz Shah, y Jeremy Corbyn, lider del partido.
Así comenzaba el documento de Alexis Jay, que cuenta cómo niñas de apenas 11 años fueron violadas, amenazadas con armas de fuego y obligadas a presenciar brutales y violentas violaciones.

La diputada laborista, Naz Shah, ha cargado contra las víctimas de las terribles agresiones en redes sociales: 'Esas chicas maltratadas en Rotherham y en otros lugares sólo necesitan cerrar la boca. Por el bien de la diversidad".
Naz Shah
El inhumano tuit de Naz Shah
Shah, aliada clave de Jeremy Corbyn, ha recibido las críticas de toda la oposición y también de compañeros de partidos. Más de 40.000 personas han firmado una petición en la que exigen su renuncia o una salida inmediata del partido.

Rebecca Hilsenrath, jefa de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, ha cargado contra Shah en un extenso comunicado:
"Debemos mantener a las víctimas de estos horrendos crímenes en el centro del debate. El silencio no ayuda a la diversidad".
"Esto muestra lo que Naz Shah realmente piensa y Corby no hace nada, lo que lo dice todo acerca de los laboristas", ha asegurado el conservador Andrew Bridgen. Shah es conocida por sus posturas antisemitas y el pasado año ya fue suspendida de su cargo por lanzar varios mensajes contra la comunidad judía.

'El desprecio a las víctimas'

Lo que ocurría en Rotherham era un secreto a voces, pero nadie hizo nada para evitarlo. La Policía no dio prioridad al problema y trató con indiferencia a gran parte de las víctimas. Tres informes policiales -de los años 2002, 2003 y 2006- describían con crudeza la situación. Sin embargo, las autoridades desestimaron el primero y rechazaron los otros dos, que podrían haber acabado con los abusos sexuales en la zona.

El fenómeno llegó por primera vez a los tribunales en Birmingham en 1989, pero el acusado no fue un paquistaní, sino un sij que intentó vengar los abusos sufridos por sus hijas. De hecho, en la investigación aparecen varios testimonios de padres que trataron de liberar a sus hijas y fueron amenazados por la Policía con levantar contra ellos cargos de 'racismo'.

Una investigación de la Junta de Protección del menor puso de manifiesto la gravedad de los hechos ocurridos. Malcon Stevens, de Justice Care Solutions, descubrió diversos delitos sexuales cometidos contra niñas por hombres de 20 a 29 años y calificó la situación como "extremadamente grave".

Las evidencias de que las autoridades conocían la situación eran notables. Resulta "difícil de creer", en palabras de Jay, que ningún alto cargo estuviera al tanto de lo que ocurría en la localidad. No obstante, en 2007 pusieron en marcha Risky Businnes para tratar de combatir este tipo de prácticas.

El silencio oficial, sin embargo, era sintomático. Tras la publicación del informe de Jay, todos coincidieron en señalar que el "miedo" a ser considerados racistas influyó en los dirigentes. El hecho de que la mayor parte de los agresores fueran paquistaníes podía "dañar" la convivencia y "estropear" la reputación de la ciudad.