Mediante el uso de satélites, medidas de precipitación y otros datos, una misión conjunta entre la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán ―llamada misión Gravity Recover and Climate Experiment (GRACE)― observó las cantidades de agua dulce disponibles en la Tierra de 2002 a 2016.


Los científicos combinaron las observaciones satelitales con datos sobre actividades humanas para mapear las ubicaciones en las que el agua dulce está cambiando y determinar por qué.

La misión descubrió que las áreas de tierra húmeda se vuelven aún más húmedas, mientras que las tierras secas se secan aún más. Algunos de los cambios, tanto positivos como negativos, se debieron a acciones humanas, mientras que otros factores como el cambio climático, también desempeñaron un papel importante.

"Lo que estamos presenciando es un gran cambio hidrológico", afirmó el coautor Jay Famiglietti, del laboratorio Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en Pasadena, California. "Vemos un patrón distintivo de las zonas húmedas del mundo cada vez más húmedas ―las latitudes altas, los trópicos, y las zonas secas― cada vez más secas".

¿Por qué es importante?

A pesar de que la Tierra está cubierta de agua, solo entre el dos y el tres por ciento es agua que se origina de manera natural, conocida como agua dulce. Se encuentra en lagos, ríos, nieve, aguas subterráneas y hielo. La pérdida de agua dulce de las capas de hielo en los polos, atribuida al cambio climático, tiene implicaciones para el aumento del nivel del mar. El agua dulce es uno de los recursos más esenciales de la Tierra, para el agua potable y la agricultura.

Este estudio mostró de qué manera el agua disponible puede cambiar en 15 años y qué podría mejorarse con una mejor gestión humana.