Traducción tomada de la FAEC.

El científico, ampliamente conocido como el "padre del calentamiento global", admitió por primera vez que los datos utilizados para promover su teoría del cambio climático eran falsos y fueron manipulados de manera fraudulenta por Al Gore para ajustarse a una agenda.

James Hansen
© Desconocido
En 1986, el ex científico de la NASA, James Hansen, testificó ante el Congreso durante una audiencia sobre el calentamiento global organizada por el entonces congresista Al Gore para producir modelos científicos basados en una serie de escenarios diferentes que podrían impactar el planeta.

Según Hansen, Al Gore tomó los datos proporcionados en "el peor escenario posible" y los tergiversó intencionalmente, convirtiéndolos en "Calentamiento Global" y ganando decenas de millones de dólares en el proceso.

El modelo se tituló "Escenario B" y fue uno de los muchos proporcionados al Congreso por Hansen, sin embargo, omitió factores significativos, lo que significa que no reflejaba las condiciones del mundo real. Esto no impidió que Al Gore y los alarmistas climáticos usaran los datos para engañar a millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, Hansen ha respaldado un nuevo estudio que compara datos del mundo real con el modelo original del Escenario B que no ha encontrado correlación. Y el "padre del calentamiento global" admite que está "devastado" por la forma en que el alarmismo del clima maneja el tema.

Los datos del mundo real muestran que "la ciencia no está resuelta"

La predicción climática extrema que se tomó del modelo de datos de Hansen "exagera significativamente el calentamiento" observado en el mundo real desde la década de 1980, según el nuevo análisis.

El diario Western Journal informa: el economista Ross McKitrick y el científico climático John Christy descubrieron que las tendencias de calentamiento observadas coinciden con el extremo inferior de lo que Hansen le dijo al Congreso durante una audiencia sobre calentamiento global organizada por el entonces congresista Al Gore.

"Los modeladores del clima objetarán que esta explicación no se ajusta a las teorías sobre el cambio climático", escribieron los dos.

"Pero esas fueron las teorías que usó Hansen, y no se ajustan a los datos. La conclusión es que la ciencia climática, tal como está codificada en los modelos, está lejos de resolverse".

Los científicos del clima del Instituto Cato, Patrick Michaels y Ryan Maue, escribieron que "las temperaturas superficiales se comportan como si hubiéramos limitado hace 18 años las emisiones de dióxido de carbono responsables del efecto invernadero intensificado".

"Pero no lo hicimos. Y no es solo el Sr. Hansen quien se equivocó", escribieron Michaels y Maue en The Wall Street Journal en junio. El artículo de opinión del WSJ desató un debate feroz sobre la precisión de las predicciones de Hansen.

Varios informes de los medios que entrevistaron a científicos del clima afirmaron que las predicciones de Hansen, emitidas en 1988, eran bastante correctas.

Las terribles predicciones de calentamiento global de Hansen cumplieron 30 años este año, lo que provocó una cobertura de los medios que adulaban su precisión.

El llamado "padrino" del calentamiento global incluso le dijo a The Associated Press: "No quiero estar en lo correcto en ese sentido".

Algunos científicos cambiaron las reglas del juego y argumentaron que a pesar de que las predicciones de temperatura de Hansen estaban erradas, él acertó en cuanto al forzamiento radiactivo de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Zeke Hausfather: En un post informativo de RealClimate hoy, @ClimateOfGavin estima cómo las temperaturas habrían cambiado con el tiempo si el modelo de Hansen hubiera usado nuestra mejor estimación actual de forzamiento radiactivo observado.

En resumen, el modelo de Hansen estableció una relación exacta entre el aumento de los gases de efecto invernadero (y otros forzamientos climáticos) y el calentamiento global. Lo que no hizo bien (y lo que nadie podía esperar razonablemente que hiciera bien) es cómo cambiarían las emisiones en el futuro.
Sin embargo, el análisis de McKitrick y Christy toma en cuenta tales objeciones, señalando que la predicción de Hansen de las emisiones de dióxido de carbono era en realidad cercana a lo que se observó: simplemente no hubo tanto calentamiento.

Resulta que la proyección del peor escenario de Hansen sobre el calentamiento global, conocido como Escenario B, solo tiene en cuenta las emisiones de dióxido de carbono, pero aún así mostraba demasiado calentamiento, escribieron McKitrick y Christy.

"Lo que realmente importa es la tendencia en el intervalo de pronóstico, y aquí es donde los problemas se vuelven visibles", escribieron McKitrick y Christy.

La conclusión de Hansen, escribieron, "exagera significativamente al calentamiento".