El senador Lindsey Graham, uno de los defensores más ardientes de Arabia Saudí en el Congreso, dijo el martes que el príncipe heredero del reino, Mohammed bin Salman, "se tiene que ir" y prometió que nunca regresaría al país mientras el joven líder permanezca en el poder. Graham también se comprometió a trabajar para la imposición de sanciones contra el reino.

Lindsey Graham
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Más tarde el martes, el influyente miembro del Comité de Servicios Armados del Senado dijo que estaba a favor de suspender las ventas de armas estadounidenses al país.

"Este chico es una bola de demolición. Asesinó a este hombre en un consulado en Turquía, y espera que lo ignore. Me siento usado y maltratado", dijo Graham, un aliado cercano del presidente Donald Trump, durante una entrevista con Fox & Friends.

Graham agregó que "hay una diferencia entre un país y un individuo", pero precisó que bin Salman es "tóxico" y "nunca podrá ser un líder en el escenario mundial".

Los comentarios del senador se producen mientras Arabia Saudí se enfrenta a una protesta mundial en medio de las informaciones de que orquestó el asesinato de un periodista crítico con príncipe heredero, Yamal Khashoggi, colaborador de The Washington Post, que no ha sido visto desde que ingresó en el consulado de Arabia Saudí en Estambul a principios de este mes.

"Este tipo tiene que irse", dijo Graham el martes acerca de Bin Salman. Luego, dirigiéndose directamente a la Cámara, Graham emitió un llamamiento que parecía incitar a un cambio de poder en el país.

"Arabia Saudí, si estás escuchando, hay muchas personas buenas que puedes elegir", dijo Graham. "Pero MBS ha contaminado el país".

Al preguntarle qué quería decir, Graham dijo: "Es vuestro trabajo, no el mío, elegir a vuestro líder".