La primera ministra interina del Reino Unido, Theresa May, acusó al líder de la oposición, Jeremy Corbyn, de "cerrar los ojos" a las crecientes denuncias de antisemitismo en el Partido Laborista.
Jeremy corbyn
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"Este es su legado, señor Corbyn, usted aún no ha abierto los ojos, expuesto la verdad ni aceptado su responsabilidad; ha fallado el examen de liderazgo", espetó May en el Parlamento de Westminster.

La saliente jefa del Gobierno conservador, que protagonizó su penúltima sesión de 'Preguntas a la primera ministra' en la Cámara de los Comunes, instó repetidamente al dirigente laborista a "disculparse" por su gestión del problema interno de antisemitismo.


Comentario: Antes de irse, Theresa May quiere asegurarse de manchar la imagen de Corbyn lo suficiente para evitar que se convierta en el nuevo primer ministro de Inglaterra.


"El Partido Laborista se opone completamente a toda forma de racismo; no hay lugar para el antisemitismo en nuestra sociedad, ninguna de nuestras formaciones políticas ni de nuestros diálogos", se defendió Corbyn.
Alusiones de antisemitismo entre simpatizantes de Corbyn no cesan desde que el veterano diputado de izquierda tomó las riendas del laborismo en 2015.

La situación se ha desbordado a raíz de una investigación de la BBC, con entrevistas a jóvenes ex empleados y afiliados laboristas, que ha sacado a relucir aparentes fallos en la gestión de quejas de antisemitismo y la presunta injerencia de la cúpula en la resolución de las denuncias.

"Negar la verdad del mensaje y denunciar a los mensajeros es el estilo de su oficina y sus seguidores, ya sean miembros del partido o denunciantes [whistleblowers]", acusa a Corbyn un grupo de parlamentarios laboristas en un anuncio insertado en el diario The Guardian.

Al menos 60 lores de las bancadas laboristas han firmado la crítica misiva en la que alegan que el partido es hostil a los judíos bajo el actual liderazgo.

"Usted ha fracasado a la hora de defender los valores anti-racistas de nuestro partido; ha fallado por tanto la prueba de liderazgo", denuncian los firmantes, entre los que hay exministros.

Los parlamentarios recalcan que no cuestionan si Corbyn es o no es antisemita, pero le responsabilizan de "permitir" que el "antisemitismocrezca en nuestro partido", dando paso al "más vergonzoso periodo en la historia del laborismo".

En su ataque contra Corbyn, May entresacó los puntos más críticos de los expuestos en el anuncio de esta facción de representantes no electos del laborismo en Westminster.