© AFP 2019 / Omar Haj Kadour
El Ministerio de Defensa turco comunicó el 10 de febrero que cinco militares turcos perdieron la vida y otros cinco resultaron heridos en un ataque artillero del Ejército sirio contra un puesto de observación turco en Idlib.
El ente militar turco informó que en respuesta fueron atacados 115 objetivos del Ejército sirio y neutralizados 101 militares sirios.
El 3 de febrero, como resultado de un fuego de artillería abierto por el Ejército sirio en Idlib, murieron ocho militares y civiles turcos. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró entonces que debido a una respuesta turca fueron abatidos 76 soldados sirios.
El 4 de febrero, Erdogan afirmó que había instado a su homólogo ruso, Vladímir Putin, a presionar al Gobierno sirio para que cese su operación y retire sus tropas de los puestos de observación turcos en Idlib, amenazando en caso contrario con una respuesta militar.
Idlib forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 durante las negociaciones en Kazajistán por los representantes de Rusia, Turquía e Irán. Tres de estas zonas pasaron bajo el control de Damasco en 2018, mientras que la cuarta, que abarca Idlib y unas zonas de las gobernaciones vecinas de Latakia, Hama y Alepo, sigue fuera del control del Gobierno sirio, su mayor parte fue ocupada por el Frente al Nusra, organización terrorista proscrita en Rusia.
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