Un número de países europeos de Europa central pueden enfrentarse en 2020 a la escasez de agua más grave registrada desde mediados del siglo XVI, advierte el periódico británico The Sunday Times. Los presagios de una sequía récord ya pueden observarse en Alemania y en la República Checa.
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© AP Photo / Jens Meyer
A mediados de 1540 Europa central sufrió una sequía tal que el agua pasó a costar más que el vino en algunas ciudades europeas. Fueron solo los productores de vino quienes se aprovecharon de las altas temperaturas tras haber recogido las cosechas récord, que, según se cree, podían registrarse solo "una vez cada milenio".

Mientras tanto las altas temperaturas registradas condujeron a que los peces murieran en los lagos y a que el humo producido por los incendios forestales tapase el Sol. A su vez, el río Rin se estrechó hasta convertirse en un pequeño arroyo. Ahora, pasados casi 500 años, varios territorios de Europa central empiezan a enfrentarse a una severa escasez de agua que no ha sido registrada desde aquel verano árido.

El invierno seco y el período entre enero y abril de 2020, considerado como el más caliente en al menos un siglo, condujeron a que la República Checa viese "una catástrofe", según las autoridades locales, causada por una tasa de precipitaciones muy baja. El nivel de agua en el río Vltava — que atraviesa Praga y desemboca en el mar del Norte a través de las ciudades alemanas de Dresden y Hamburgo — cayó hasta alcanzar solo una cuarta parte del nivel típico en esas fechas.
"Actualmente, el 80% de las fuentes subterráneas tienen poco agua o están en una condición extrema de sequía, principalmente debido al déficit de precipitaciones que se ha acumulado durante los últimos seis años y debido a la nevada extremadamente baja registrada el invierno pasado", explicó el ministro de Medio Ambiente checo, Richard Brabec.
Según los científicos checos, la sequía puede observarse ya en los vastos territorios del norte y del este del país. Este año las hogueras que generalmente suelen montarse el 30 de abril para celebrar la noche de Walpurgis para ahuyentar la magia negra han sido canceladas con el objetivo de reducir el riesgo de incendios forestales.

La República Checa no es el único país de Europa central que se enfrenta a problemas similares. El invierno en Alemania fue más húmedo que en el país vecino. Pero en abril se registró tan solo un 5% de las precipitaciones promedio que suelen caer este mes del año. Las autoridades de la ciudad de Viersen, ubicada cerca de la frontera con los Países Bajos, incluso tuvieron que utilizar un cañón de agua para humedecer los árboles.

Como resultado, hoy en día existe la preocupación de que el cambio climático y la subida de las temperaturas contribuyan a que las reservas subterráneas de agua y las condiciones del suelo se deterioren con el paso de los años.