Los socialistas de todo el mundo están condenando la protesta por la libertad de los camioneros en Canadá mientras la clase trabajadora se une para defender sus derechos humanos.
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"Cuando los trabajadores del mundo se unen contra los mandatos prepotentes del gobierno, eso es literalmente fascismo", dijo un sollozante Primer Ministro socialista Justin Trudeau desde lo más profundo de su búnker ultrasecreto debajo de Washington, D.C. "El verdadero socialismo compasivo es cuando el gobierno se asocia con las corporaciones privadas para imponer medicamentos experimentales a la población y amenazar su propio sustento si no lo hacen. Todo el mundo lo sabe".

Según las fuentes, los socialistas estaban inicialmente encantados con el convoy de camioneros, ya que lo habían confundido con una cola de pan. Para su consternación, pronto descubrieron que se trataba de una tóxica marcha por la libertad organizada por la clase trabajadora contra los burgueses canadienses.

"Como líderes compasivos, debemos enviar personal militar y policial fuertemente armado para detener a esta gente unida de la clase trabajadora antes de que tome el control y extienda su fascismo amante de la libertad por todas partes. Es lo que hay que hacer desde el punto de vista moral", dijo Trudeau.

Los informes dicen que Trudeau está sopesando sus opciones para sofocar la protesta, incluyendo llamarles nazis, golpearles con ataques de aviones no tripulados, o liberar una manada de alces furiosos en la multitud.