Traducido por el equipo de SOTT.net

Demasiado para ser el canario en la mina del calentamiento global. Si los últimos cuatro inviernos en Alaska parecieron más fríos de lo habitual, es porque, bueno, lo fueron.
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Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el invierno de 2023 continuó el frío establecido en 2019, con temperaturas en Alaska de -11 grados de media, solo 0,2 grados por encima de la media. Los tres inviernos anteriores estuvieron todos por debajo de la temperatura media.

En octubre, la NOAA había pronosticado un invierno más cálido que la media para el oeste de Alaska. Old Farmer's Almanac también predijo que el invierno sería "mucho más suave de lo normal, con los periodos más fríos a mediados y finales de noviembre, principios de diciembre y finales de enero". La publicación predijo que las nevadas estarían por debajo de la media. No fue así. De hecho, en gran parte de Alaska se registraron nevadas históricas durante el invierno, y en Anchorage se batió un nuevo récord de nieve en abril. La nieve continuó hasta la primera semana de mayo, con más de 2,5 metros caídos este pasado invierno.

Aunque este invierno se situó en torno a la temperatura media, la temperatura de todo el año natural del año pasado acabó siendo sólo la 17ª más cálida de la historia.
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El invierno de 2022 se mantuvo -18 °C por debajo de lo normal, y el de 2021 fue de -18,5 °C. El último invierno cálido en Alaska fue en 2019, cuando las temperaturas se situaron 3 °C por encima de la norma.
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Visite los Centros Nacionales de Información Medioambiental de la NOAA para explorar los datos que se remontan a 1977.