¿Son demoníacas estas entidades, como muchos sospechan? Sin duda, sus acciones sugieren una agenda malévola.
En el corazón de la mayoría de las administraciones gubernamentales yace una red de agentes encargados de descartar, oscurecer, encubrir o distorsionar cualquier revelación sobre el control extraterrestre. Su principal objetivo es claro: asegurar que la verdad sobre las influencias alienígenas sobre la humanidad permanezca oculta.
Grupos poderosos, conscientes de la realidad de los FANI (Fenómenos Aéreos No Identificados) y de las presencias extraterrestres, operan dentro de todos los gobiernos. Estos grupos están apoyados por una intrincada red de inteligencia y poder hiperdimensionales, haciendo casi imposible descubrir toda la verdad.
Control de la información: Una agenda centralizada
El control de la información en nuestro mundo está en manos de unas pocas organizaciones centralizadas, a menudo propiedad de individuos influyentes con agendas específicas. Esta centralización se alinea con los objetivos de varias agencias de inteligencia de Estados Unidos y otros países clave. Estas agencias llevan mucho tiempo bajo la influencia de poderosos grupos de interés, lavando el cerebro a millones de personas para que acepten su narrativa a través del control omnipresente de los medios de comunicación.
La creación de la "amenaza terrorista" fue, en parte, una estrategia para aplicar leyes antiterroristas, facilitando un control más estricto del flujo de información. Esta estrategia es evidente en numerosos incidentes infames, que a menudo se remontan a organizaciones dominadas por estos grupos influyentes.
La guerra de Irak: un caso práctico sobre el engaño
La guerra de Irak sirve como un ilustrativo ejemplo de cómo operan estos poderes ocultos. La invasión de Irak, basada en falsas pretensiones y contra la oposición mundial, puso de relieve el alcance de la manipulación y el engaño utilizados para lograr sus objetivos. Este acontecimiento debería empañar para siempre la credibilidad de quienes lo orquestaron.
COVID-19: ¿Una herramienta de control?
La aparición de la COVID-19, que a menudo se especula que es un arma biológica, ilustra aún más estas agendas ocultas. Se sugiere que la pandemia fue parte de un plan para evitar que Trump retuviera la presidencia, sembrando la confusión y bloqueando al mundo en preparación para su próximo gran movimiento: la desestabilización de Rusia e Irán. A pesar de la falta de pruebas o motivación para que estos países participen en las acciones de las que se les acusa, la demonización continúa sin cesar.
El panorama político actual
Ahora, con Trump eligiendo a J.D. Vance como su compañero de fórmula, el belicismo y el ruido de sables contra Irán se han intensificado.
Mientras que Trump puede ser visto como una esperanza potencial, es crucial reconocer las influencias alienígenas y demoníacas entrelazadas con su agenda.
Una llamada a la acción
Debemos resistirnos al aparente programa de estas fuerzas extraterrestres o ultraterrestres, que parece querer erradicar a los pueblos árabe y eslavo. Es crucial reconocer que los verdaderos pueblos semitas no son los que dominan el panorama geopolítico actual como tales, sino los palestinos, los iraquíes y muchos iraníes.
Permanecer en silencio o apoyar estas agendas genocidas nos alinea con fuerzas malévolas. Aquellos que apoyan la opresión y destrucción de estos pueblos pueden ser vistos como portadores de la "Marca de la Bestia".
Es imperativo que despertemos a estas influencias ocultas y nos esforcemos por descubrir la verdad.
Sólo así podremos resistir a las fuerzas malévolas que intentan controlar y manipular a la humanidad para sus oscuros propósitos.
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