El domingo por la noche, un hombre con heridas devastadoras fue encontrado muerto en un bosque cerca de la ciudad de Detva, en el centro de Eslovaquia. Según la Agencia Estatal de Protección de la Naturaleza (ŠOP), los resultados preliminares indican que sucumbió a un ataque de un oso pardo.
El ataque tuvo lugar a un kilómetro de una zona urbana. Se han desplegado dispositivos de vigilancia y se han emitido advertencias. Los conservacionistas instan a las personas que realizan excursiones a tener cuidado, ya que el clima más cálido aumenta ahora la posibilidad de encontrarse con el animal.
En respuesta al ataque, el ministro de Medio Ambiente, Tomáš Taraba (candidato del SNS), dijo que Eslovaquia tiene un «crecimiento demográfico positivo entre los osos» y que es necesario adoptar una regulación general de la población.
Según el diario Sme, el año pasado se mató a un número récord de osos en Eslovaquia.
Taraba añadió que el lunes la ŠOP presentó una propuesta para sacrificar a 350 osos como parte de la gestión de la población de osos, y que en la sesión del gobierno del miércoles se presentará una moción para declarar el estado de emergencia en los lugares afectados por la presencia de osos con el objetivo de facilitar el sacrificio.
La experta en medio ambiente y legisladora del Partido Eslovaco Progresista, Tamara Stohlová, criticó a Taraba por la propuesta, diciendo que la tragedia es un testimonio del fracaso del ministerio, y que a pesar del número récord de osos sacrificados, dos personas murieron en ataques de osos. También critica al ministerio por ignorar las medidas preventivas.
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