© IAA Arriba: Imagen de Scheila tomada el 11 de diciembre de 2010. Fuente: S. Larson y A. Gibbs.
Abajo: Imágenes de Scheila correspondientes al 13, 14, 17 y 29 de diciembre, en las que se observa la desaparición de la cola, muy tenue en la imagen del día 29.
Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la cola del asteroide Scheila, avistado en diciembre de 2011, tuvo su origen en una colisión con un objeto menor.Durante apenas tres semanas Scheila mostró mostró rasgos propios de un cometa, con un aumento repentino del brillo y el despliegue de una cola de polvo. Los resultados de la investigación, publicados en la revista The Astrophysical Journal, parecen indicar que la franja situada entre las órbitas de Marte y Júpiter, conocida como cinturón principal de asteroides, podría ser más activa de lo que se pensaba.
Los asteroides del cinturón principal, donde se halla Scheila, giran en torno al Sol en órbitas casi circulares, de modo que no sufren los cambios de temperatura que, en el caso de los cometas, producen las características colas. "Se barajaban varias explicaciones para este inusual fenómeno, pero dada la brusca disminución de brillo en pocos días lo acotamos a dos. Podía deberse a una colisión con otro objeto o a un proceso similar al que se registra en los cometas frecuentemente, y que consiste en la liberación repentina de gas y polvo por algún mecanismo desconocido hasta ahora, que produce a su vez un aumento del brillo. Sin embargo, las conclusiones de este trabajo descartan esta segunda opción", explica el investigador del CSIC Fernando Moreno, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.