Según Scotland Yard, el atentado del 22 de mayo de 2017 contra los espectadores del concierto de Ariana Grande en la Manchester Arena fue perpetrado por Salman Abedi, identificado gracias a la tarjeta de crédito hallada en un bolsillo de la ropa del cadáver destrozado del «terrorista».Este atentado está siendo presentado como prueba de que el Reino Unido no está implicado en el terrorismo internacional y que es, por el contrario, otra víctima de los terroristas.
Salman Abedi nació en el Reino Unido, en una familia de inmigrantes libios, y en los últimos meses viajó a Libia en varias ocasiones, a veces con su padre y otras veces sin él.
El presunto terrorista vivía en Manchester con su padre,
Ramadan Abedi. Este último es un ex oficial de los servicios de inteligencia de Libia especializado en la vigilancia del movimiento yihadista. Sin embargo, al cabo de 20 años, ahora resulta que Ramadan Abedi no fue capaz de darse cuenta de que
su propio hijo se había enrolado en el Emirato Islámico (Daesh).
En 1992, el MI6 británico reclutó a Ramadan Abedi, quien participó entonces en un complot británico para asesinar a Muammar el-Kadhafi. Cuando la operación fue descubierta, el MI6 sacó a Ramadan Abedi de Libia y lo llevó al Reino Unido, donde se le otorgó el asilo político. En 1999, Ramadan Abedi se instaló en Whalley Range - sur de Manchester - donde reside la pequeña comunidad islamista libia presente en el Reino Unido.
Comentario: ¡Qué mundo tan pequeño! El autor del ataque de Manchester, los yihadistas que han sembrado muerte y destrucción en Libia y Siria, el MI6, la CIA y la OTAN, forman todos una pequeña gran familia. ¿Entonces a quién deberíamos culpar por el terrorismo islámico global de la última década y media?