Ya que el terrorismo islámico ha sido el "meme" político y social más influyente de los últimos 17 años, el móvil para un "ataque terrorista musulmán" en una sala de conciertos del Reino Unido, dos semanas antes de unas elecciones generales en ese país, puede ser más complicado de lo que parece inicialmente.
Manchester- terror attack
Todavía más sospechoso es que parece que el evento fue deliberadamente puesto en escena de tal modo que deja bien claro que la meta era atacar directamente la reputación del líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn.

Justo después de convertirse en el líder del Partido Laborista en 2015, los medios británicos decidieron que la historia de Corbyn de actuar como un posible negociador de la paz en el conflicto de Irlanda del Norte entre católicos irlandeses y el Estado británico lo convertía en un blanco fácil. En enero de este año, el secretario del exterior británico Boris Johnson dijo que era mejor hablar con Donald Trump que con Jeremy Corbyn quien "abogaba por hablar con el IRA".

Sin embargo, en meses recientes y con la cercanía del día de las elecciones, el enfoque de los medios sobre el "apoyo a los terroristas" de Corbyn pasó a segundo plano en favor de políticas domésticas más importantes como el terrible estado del sistema de salud del Reino Unido y los planes del Partido Conservador para hacerlo (junto con todo lo demás) mucho peor para los pagadores de impuestos británicos.

No obstante, el viernes pasado el diario británico Daily Telegraph, publicó un artículo según el cual el MI5 había "abierto un expediente" sobre Corbyn a principios de la década de los 90 debido a su apoyo a una Irlanda unida y al temor de que él fuera una "amenaza para la seguridad nacional." En el reporte, el Telegraph le recordó a los lectores que cuando fue entrevistado por la BBC en agosto de 2015 durante su campaña por el liderato del Partido Laborista, se rehusó en cinco ocasiones a condenar la violencia del IRA, y en su lugar prefirió condenar la violencia de todas las partes.

Extrañamente, dos días más tarde (el pasado domingo), en una entrevista con Sophy Ridge en Sky News, Ridge le pidió a Corbyn cinco veces que condenara la violencia del IRA. En respuesta, Corbyn reiteró lo que le había dicho a la BBC dos años antes, que condenaba toda matanza, ya sea por el IRA o el estado británico o sus fuerzas intermediarias "lealistas" (una versión temprana del Estado Islámico con un giro blanco y occidental), y se rehusó a ser coaccionado a culpar a una sola parte o a minimizar ciertas atrocidades para ganar puntos políticos.

A pesar de que la suya fue una posición razonable, en las siguientes 48 horas desde entonces, los medios británicos se han ido al extremo para pintarlo como un simpatizante terrorista, con titulares como "Crece la discusión sobre los lazos de Jeremy Corbyn con el IRA mientras que él se rehúsa cinco veces a condenar al grupo militante" y "Jeremy Corbyn se rehúsa a condenar al IRA", (a pesar de que en la entrevista con Sky News dijo: "Condeno todos los bombardeos tanto de los lealistas como del IRA").

La corta campaña de negra propaganda culminó entonces con el ataque terrorista del "Estado Islámico" en Manchester ayer por la noche, y fue enfatizado por este titular del diario tabloide Sun de Rupert Murdoch, publicado dos horas después de lo de Manchester:

Sun Corbyn IRA headline Manchester terror
Sun dice: El daño hecho por Jeremy Corbyn y John McDonnell adulando al IRA.

El par de laboristas eran llorones fanáticos del IRA mientras que éste desataba matanzas en Gran Bretaña.

Deshonra mortal: Para el Partido Laborista no puede ser más incriminatorio. Gente inocente murió específicamente porque Jeremy Corbyn y John McDonnell adularon al IRA.
El "estado profundo" en el Reino Unido (y en Occidente en general) parece estar ansioso, incluso desesperado, por mantener su control sobre la población que está poco a poco despertando a la realidad de la corrupción y las mentiras escandalosas del gobierno. A medida que el respeto por los voceros del gobierno en los medios dominantes se debilita justificadamente, estos "elitistas" autoproclamados harán uso cada vez más del mazo que es el terrorismo sancionado por el Estado para redirigir la atención de la población y forzarlos a "volver a la fila".

Pero tales tácticas brutales ocurren bajo la ley de ganancias que disminuyen. Esta manera de aporrear repetidamente física y emocionalmente a la población sólo puede funcionar por cierto tiempo, antes de que la gente comience a notar cómo el empuje del "establishment" por consolidar su poder sobre ellos se complementa con la supuesta agenda del "Estado Islámico" de bombardear a los ciudadanos occidentales hasta la sumisión.