© EFEEl presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis
Chipre ha apelado a la ética para resolver sus graves problemas financieros. Una de las aspiraciones del país es no volver a repetir los errores del pasado. Para ello ha creado una comisión especial para investigar a los culpables de la crisis y ha puesto a trabajar a la
comisión de ética del parlamento. Ambos organismos tienen mucho trabajo por delante.
En primer lugar deberán resolver la escabrosa incógnita de las grandes fugas de dinero en los días previos al
'corralito' en la isla: según ha informado el presidente de la comisión de Ética, Dimitris Sillouris, unos 6.000 clientes de los mayores bancos del país transfirieron "millones de euros" al extranjero en los 15 días previos al cierre de los bancos en la isla.
No ha especificado cifra alguna para no interferir en las investigaciones. Tampoco se han dado nombres, según el diputado, por ser legales esas operaciones en los días anteriores al 'corralito': "Hay transferencias extrañas pero también hay personas que pueden no ser culpables de nada", ha señalado.