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Durante los últimos cinco últimos años, arreció el control y la persecución contra los migrantes, quienes consuetudinariamente fueron expulsados de territorio francés. Era la época del regimén de Nicolás Sarkozy pero hoy estamos en un país socialista, y "todo está mejor", sin embargo... Quienes hace tres meses eran aguerridos defensores de los derechos de los gitanos y criticaban duramente las políticas inhumanas de la derecha, parecen haber tomado el relevo de Hortefeux y Guéant (ministros del Interior y principales actores de las campañas de hostigamiento), esos "ex" militantes de la extrema derecha radical.
En efecto, durante agosto de 2012 el Estado socialista organizó la evacuación de más de 300 gitanos de terrenos municipales, en Villeneuve d'Asq y en Hellemmes:
las caravanas y algunos coches fueron confiscados sin posibilidad aparente de restitución, y algunas personas están amenazadas de expulsión.
Familias enteras con hijos pequeños se encuentran en la calle, en las peores condiciones.Para llevar a cabo esta "tarea", 150 policías fueron movilizados, es decir,¡uno por cada dos personas! No hace falta más para decir que los socialistas no han detenido las expulsiones; de hecho, éstas se multiplican en todo el país. Hasta 240 personas fueron expulsadas por chárter en Lyon. Manuel Valls, ministro del Interior socialista,lleva,en sus propias palabras,"
una cruzada contra 'organizaciones criminales'". ¡Qué hermosa lección de antiracismo, "camarada"!
Después de esta nueva ola de hostigamiento, la comisión europea puso de nuevo a Francia bajo vigilancia, con el fin de asegurar que cumpla sus compromisos en materia de respeto a los derechos fundamentales de los individuos.