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En el año 2003, la corporación Syngenta publicó un aviso publicitando sus servicios en los suplementos rurales de los diarios argentinos Clarín y La Nación bautizando con el nombre de "República Unida de la Soja" a los territorios del Cono Sur en los que se sembraba soja -Integrados por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia-. A partir de allí, esta declaración explícita de neocolonialismo quedó como "marca de fábrica" del proyecto que desde las corporaciones se estaba instrumentando.Durante el año 2012 se produjo en estos países una embestida de las corporaciones del agronegocio sobre los territorios y las instituciones imponiendo nuevos transgénicos, mayores riesgos por aplicación de agrotóxicos y cambios en las políticas que sólo tiene precedentes en la primera imposición de los transgénicos, durante la segunda mitad de los años 90. Esta nueva avanzada corporativa se da en un marco distinto, ya que ahora ocurre con la presencia en toda la región (por lo menos hasta junio del año pasado) de gobiernos "progresistas" críticos del neoliberalismo y que en algunas de sus políticas han comenzado a modificar las políticas neoliberales impuestas en los años 90 con una mayor presencia del Estado regulando la economía y asumiendo un rol activo en aspectos sociales, educativos y sanitarios.
Sin embargo,
en términos de modelo agrícola y producción de alimentos no sólo no ha habido en todo este tiempo un cambio de modelo ni una autocrítica a los problemas producidos por la implantación masiva del cultivo de soja transgénica con alto altos niveles de uso de agrotóxicos. Por el contrario, este modelo se ha ido consolidando y es defendido a rajatabla por todos los gobiernos de la región que lo asumen como política de Estado, en todos los casos. Los graves problemas que han surgido o se han agudizado, tales como los impactos de los agrotóxicos, los desplazamientos de campesinos y pueblos originarios, la concentración de la tierra o la pérdida de producciones locales, son considerados "efectos colaterales" y se abordan, cuando la presión social lo consigue, de manera fragmentada y puntual. No incluimos en este análisis a Bolivia, pues si bien la región de la "medialuna", con Santa Cruz de la Sierra a la cabeza, es parte de la "República Unida de la Soja" las posiciones, políticas y debates planteados desde el Gobierno de Evo Morales se diferencian ampliamente del resto de los gobiernos (y esto le vale el enfrentamiento con estos sectores del poder de la medialuna que claramente han planteado su intención separatista).
Comentario: Para conocer nuestro punto de vista sobre todo este tema de Edward Snowden y la NSA no dude en consultar nuestros siguientes enfoques SOTT:
A través del PRISM[a] de la amnesia pública
PRISMA para tu mente: NSA, WikiLeaks e Israel