En la primera presentación de Palestina en la Asamblea General en su nueva condición de Estado observador, el máximo órgano de la ONU aprobó cinco resoluciones que ratificaron el apoyo a distintos aspectos de su causa.

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El pasado viernes, un día después del implícito reconocimiento de Palestina como Estado en Naciones Unidas, el plenario volvió patentizar ese respaldo y al mismo tiempo la soledad casi absoluta de Estados Unidos e Israel en los temas referidos al Medio Oriente.

El jueves, en una sesión histórica y en presencia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, 138 miembros de la ONU elevaron el estatus de Palestina, hasta ese momento en la categoría de "entidad observadora".

La histórica decisión registró solo nueve sufragios en contra (Estados Unidos, Israel, Canadá, Panamá, Palau, Islas Marshall, República Checa, Micronesia y Nauru) y 41 abstenciones.

Veinticuatro horas más tarde, el mismo foro aprobó cinco documentos relacionados con un arreglo pacífico de la cuestión palestina, los derechos inalienables de ese pueblo, Jerusalén y el trabajo de varios mecanismos de la ONU sobre el tema.

Todas esas votaciones, con entre 103 y 163 países a favor, registraron a Estados Unidos, Israel, Canadá, Islas Marshall, Micronesia y Palau en la casilla de los votos en contra y a Australia en tres de ellas.

El primero de los textos pide la retirada de Israel de los territorios ocupados desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, y la realización de los derechos inalienables del pueblo palestino, principalmente a la libre determinación y a establecer su Estado independiente.

Y llama a reanudar y acelerar las negociaciones directas de paz para un arreglo pacífico definitivo sobre la base de las resoluciones de la ONU, los principios de referencia de la Conferencia de Madrid, la hoja de ruta y la Iniciativa de Paz Árabe.

En su primera intervención ante la Asamblea como observador del Estado de Palestina, su embajador, Ryad Mansour, aseguró que la concesión de esa condición contribuye a salvar la solución de dos-estados (uno palestino y otro israelí).

También ayuda a la posibilidad de crear una atmósfera propicia para las negociaciones con Israel, a finalizar la ocupación de los territorios palestinos y a establecer un Estado palestino independiente.

El diplomático denunció la decisión de Tel Aviv de aumentar los asentamientos de colonos israelíes como una provocación y una forma de "crear unilateralmente hechos ilegales sobre el terreno".

La reacción inmediata de Israel al triunfo palestino en la ONU fue autorizar la construcción de tres mil viviendas en Jerusalén oriental y la Cisjordania.

Mansour opinó que la abrumadora mayoría que votó por el estatus de observador envió un "masivo mensaje al Consejo de Seguridad" con respecto a la solicitud hecha hace un año para convertir a Palestina en miembro pleno de la ONU.

Esa aspiración está bloqueada por Estados Unidos, en su calidad de miembro permanente de ese órgano, debido a su amenaza de vetar una respuesta positiva.

No obstante, Mansour aseguró que la bandera palestina ondeará junto con las del resto de los estados miembros en el frente de la sede del organismo mundial en Nueva York y así iniciar un nuevo capítulo para su pueblo y la comunidad internacional.