
Zeng, quien dice sentirse satisfecho con su actual morada, ha dispuesto su cama sobre una letrina (tapada con tablas), y la televisión descansa en una mesa cuyos apoyos son dos urinarios.
"Mi vida es mejor ahora que antes, cuando tenía que apañármelas como fuera", comentó el inmigrante a la agencia Xinhua, recordando que cuando llegó a Shenyang desde su pueblo, hace 13 años, sólo tenía unos 50 yuanes (7 dólares, 5 euros) en el bolsillo.
Las paredes de la casa de Zeng son las mamparas de madera que suelen separar los excusados públicos, que la familia ha decorado con fotos de Michael Jackson, carteles tradicionales chinos para atraer a la suerte y otros ornamentos.