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Las autoridades israelíes autorizaron ayer los proyectos de construcción de 1600 departamentos en el disputado sector oriental de Jerusalén y aprobarán otros 2700 en los próximos días, una medida que podría complicar los esfuerzos diplomáticos por disuadir a los palestinos a que declaren su nuevo Estado en las Naciones Unidas, el mes próximo.

La nueva autorización provocó las críticas inmediatas de los palestinos y del principal grupo israelí opuesto a los asentamientos, que acusó al gobierno de Benjamin Netanyahu de aprovechar las protestas masivas por los costos de las viviendas para dar justificación económica a la política de construir en ese sector de la ciudad que los palestinos reclaman como la futura capital de su Estado.

Una aprobación anterior para el proyecto de los 1600 departamentos causó, el año pasado, el peor roce diplomático en 30 años con Estados Unidos debido a que ese anunció coincidió con una visita a Israel del vicepresidente estadounidense Joe Biden.

El gobierno de Netanyahu había dicho que el proyecto no se iniciaría por varios años y el Ministerio de Vivienda tampoco había establecido un cronograma. Pero, con el país enfrentando crecientes protestas en reclamo de viviendas más económicas, surgieron especulaciones de que algunos planes podrían acelerarse.

Sin embargo, la construcción probablemente no comenzará en años porque los planes deben pasar por un proceso de aprobación múltiple.

El grupo Paz Ahora acusó al gobierno israelí de explotar "cínicamente" las protestas provocadas por los elevados precios de las viviendas para promover sus planes de construir en el sector disputado de Jerusalén.

Washington, anteayer, había censurado a Israel por llevar adelante otros planes para construir 930 departamentos en otro vecindario del este de Jerusalén.

Los palestinos se oponen a todas las construcciones israelíes en Jerusalén Oriental porque atentan contra sus esperanzas de establecer en la ciudad santa la capital de un futuro Estado.

La aprobación de las viviendas podría crear nuevos problemas a Washington, que trata de persuadir a los palestinos de que no declaren su propio Estado sin antes negociar con Israel.

Campaña

Desde hace meses, la Autoridad Nacional Palestina lleva adelante una agresiva campaña internacional en busca de apoyo a la declaración unilateral de su Estado en septiembre próximo.

"Nuestra posición sobre eso no ha cambiado. Obviamente instamos a ambas partes a no realizar ninguna acción que dificulte que se reúnan y negocien", dijo ayer James Carney, vocero de la Casa Blanca que, junto con la comunidad internacional, objetan la política de expansión de asentamientos israelí.

Un alto funcionario palestino, Saeb Erekat, acusó a Israel de anteponer los asentamientos a la paz.

"Instamos al gobierno de Estados Unidos a apoyar nuestro proyecto en la ONU debido a que el único modo de preservar ahora la solución de los dos Estados es la admisión del Estado de Palestina'', afirmó.