
Marine Le Pen, en el cuartel general del FN, en Nanterre, cerca de París, el 13 de diciembre de 2010.
El ultraderechista Frente Nacional confirma su escalada y alcanza un resultado del 14,7%, calificado de "histórico" por su presidenta, Marine Le Pen. Por su parte, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de centro derecha de Nicolas Sarkozy, se hunde y se queda en un 16,3%, menos de dos puntos por encima sólo de la extrema derecha
No han sido unas elecciones ni seguidas por los medios de comunicación franceses ni respaldadas por los electores. De hecho, la abstención ha sido récord: el 55%. La elección de una parte de los consejeros generales (suerte de diputados provinciales con competencias locales), no ha movilizado al electorado, como se esperaba.
Pero esta primera vuelta -y el resultado de la segunda, que se celebrará el domingo que viene- sirve como ensayo general de la crucial elección general de 2012. Y este escrutinio confirma los sondeos recientes: el Partido Socialista francés, que deberá elegir en otoño a su candidato presidencial, sube; el ultraderechista Frente Nacional le roba votos a la derecha de Sarkozy, que, por su parte, se ve atrapado entre los dos.