Apenas pasados diez días del accidente aéreo que ocasionó la muerte de 112 pasajeros, una nueva catástrofe agobia a millones de cubanos. La ayuda internacional se necesita con urgencia. El presidente aún no ha recorrido las áreas afectadas por las inundaciones ni ha arropado a los damnificados, pero el 30 de mayo viajó a Caracas en visita oficial para apoyar a Nicolás Maduro, quien sumido en su propia crisis, muy poco más podrá darle. La Primera Dama acompañó a Miguel Díaz-Canel.
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Las provincias Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spiritus y Matanzas, las más devastadas por el potente huracán Irma (que atravesó de este a oeste casi todo el pequeño archipiélago, el 9 de septiembre de 2017) están inundadas debido a los torrenciales aguaceros causados por la tormenta subtropical Alberto. La lluvia persiste en las provincias de Artemisa, Mayabeque y La Habana. En Pinar del Río e Isla de la Juventud comenzó desde mediados de mayo. También llovió mucho en Camagüey y Ciego de Ávila.
Cuatro fallecidos y un desaparecido se habían reportado hasta el 29 de mayo. Miles de viviendas quedaron destruidas total o parcialmente, y sin electricidad, en el centro del país. Muchos acueductos no funcionan, poblados permanecen incomunicados y hay grandes daños en la agricultura. La autopista nacional fue cerrada, y el transporte por carretera y ferrocarril se suspendió. La refinería de Cienfuegos vertió petróleo por inundación de las piscinas de tratamiento de residuales a la Bahía.
Comentario: Carolina del Norte ha sido con mucho el estado más afectado por la tormenta Alberto: