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© Desconocido''La inscripción 6 de Tortuguero no contiene ninguna profecía del fin del mundo ni cambio de conciencia'', reiteró Velásquez
  • El epigrafista Erik Velásquez habla sobre este fenómeno
  • La creencia ha sido aprovechada para comercializar productos mediáticos, asegura el experto
La presunta profecía maya del fin del mundo es una idea absolutamente occidental, arraigada en la más profunda creencia judeocristiana de un tiempo lineal y teleológico, ajena al pensamiento maya antiguo, subrayó Erik Velásquez García, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM.

La única inscripción que contiene una referencia futurista a diciembre de 2012 es la vertida en un texto jeroglífico conocido como "Monumento 6 de Tortuguero", donde se refiere que se completará el 13 "baak'tuunes", descubierto por arqueólogos desde hace ya varias décadas en las ruinas del sitio arqueológico conocido con el mismo nombre, en Tabasco, subrayó.

Respecto al término "baak'tuun", indicó el experto, alude a un lapso de tiempo cercano a los 400 años, para ser precisos, 144 mil días, "aunque baak'tuun es un término que fue inventado a principios del siglo XX por los mayistas, pues el jeroglífico que designa a ese periodo aún no había sido descifrado entonces. Hoy sabemos que su nombre antiguo era en realidad pik".

De acuerdo con Velásquez García, fue el 13 de agosto del año 3114 a.C., el momento en que en la Cuenta Larga se llegó a los 13 baak'tuunes, una fecha mítica totalmente, en la que los mayas antiguos pensaron o pensaban que inició la creación o el ordenamiento del mundo vigente.

No obstante, siguió su camino y su ritmo y lo que tenemos en diciembre del 2012 es que nuevamente llegaremos a completar otros 13 baak'tuunes o piks, es decir, realmente es un aniversario o jubileo de la creación, puntualizó el experto.

En este sentido, reiteró, "la inscripción 6 de Tortuguero no contiene ninguna profecía del fin del mundo ni cambio de conciencia, ni de alineación con el centro de la galaxia, ni nada de esas ideas que se le atribuyen".

El investigador del IIE aseguró que la inscripción de la que ahora se habla por tener información sobre la profecía del fin del mundo, está rota, fragmentada y con un texto incompleto que, sin embargo, conserva muchos jeroglíficos.

"La inscripción perteneció a un edificio del siglo VII que ya no existe, pues muchos vestigios de Tortuguero fueron destruidos por la explotación de minas de arena, aunque las autoridades mexicanas rescataron lo que pudieron y se llevaron la mayor parte al Museo Arqueológico de Villahermosa", abundó.

"Este proceso de involución y evolución, este movimiento perpetuo puede ser el significado más profundo del antiguo jeroglífico de Mesoamérica para el movimiento, que tiene lugar dentro del corazón del hombre, de sí mismo. Sin duda, la validez de México místico debe encarnar esta verdad universal", explicó Velásquez García.

En los años 70, refirió, el escritor estadounidense New Age, Frank Waters, se enteró de la existencia de la inscripción del Tortuguero y comenzó a fantasear, escribiendo el libro: Mexico mystique: the coming sixth world of consciousness, en el que presuntamente explica la profecía maya del fin del mundo.

"Por analogía con las ideas de los mexicas sobre los Cinco Soles Cosmogónicos, lo que hizo Waters fue mezclar este dato con lo interpretado en el Monumento 6 de Tortuguero y pensó que era la fecha en que se llegaría a una especie del final del Quinto Sol a través de un cataclismo, amalgama que también mezcló de una forma nada académica", señaló Velásquez García.

El epigrafista universitario explicó que el pensamiento New Age ha heredado esa idea apocalíptica y le ha dado formas que no tenía antes, atribuyéndoles a las antiguas civilizaciones no cristianas directrices que son ajenas a ellas, a través de ideas futuristas para armar una especulación que desembocaría en diciembre de 2012.

Lo que tenemos ahora, a partir de la obra Frank Waters y toda la literatura de esa corriente, es una explotación comercial de este fenómeno, que no habla nada del pasado, pero sí mucho del presente y de nosotros mismos como sociedad occidental, compartió el especialista.

De ahí que asegure que esta profecía es una invención, ajena al pensamiento de la cultura maya y enraizada en una concepción del tiempo occidental, creada en 1975 por Waters.

"Hay muchas personas que son cautivas de estas ideas contemporáneas, que necesitan creer y que son caldo de cultivo para que esas ideologías tengan éxito a nivel comercial, y hay otro grupo que se aprovecha y hace series de televisión, escribe best sellers (...), donde cada individuo puede librarse del fin del mundo por 50 mil dólares", concluyó Velásquez García.