El hallazgo adquiere mayor significancia por su difícil localización y porque sólo se han encontrado restos en esta zona geográfica.

diente de lagarto
© Édgar MoncadaEl diente tiene no más de un milímetro de longitud y perteneció a un lagarto teíido.
México. Especialistas del Museo del Desierto de nuevo dan de qué hablar en el tema de descubrimientos Paleontológicos, en esta ocasión la Maestra en Ciencias y especialista en micropaleontología, Martha Carolina Aguillón Martínez dio a conocer el hallazgo de un fragmento de maxilar y un diente aislado de un lagarto que habitó en Coahuila hace aproximadamente 72 millones de años.

El descubrimiento se realizó al estudiar sedimentos obtenidos muy cerca del sitio conocido como Rincón Colorado, en el municipio de General Cepeda, Coahuila.

El diente, de no más de un milímetro de longitud, pertenece al Peneteius Aquilonious o lagarto teíido, que habitó en Norteamérica y que vivió entre los 73 y los 67 millones de años, por lo que tuvo una existencia de siete millones de años antes de su extinción, la cual se dio con el resto de los dinosaurios.

Este ejemplar de no más de siete centímetros considerando la cola, existió en el periodo Cretácico Superior de la era Mesozoica.

Se explicó que "en el maxilar se observa un diente que es subacrodon, es decir, que está cementado o pegado al hueso de la mandíbula, en lugar de surgir de un hueco, como es lo más común. La base de los dientes es ovalada.

Además, la corona del diente cuenta con seis cúspides. El par de cúspides centrales es el más alto y grande de todos.

Entre las cúspides primarias se forma un borde en forma de V. Esto es poco común, porque otros dientes de lagartos no presentan cúspides".

Hace algunos años se había hecho un descubrimiento similar, sin embargo, las condiciones en las que se encontraron los restos hizo imposible su estudio e investigación, por lo que este nuevo descubrimiento adquiere mayor significado para la micro-paleontóloga.

Aguillón Martínez explicó que debido a la fragilidad y tamaño que tenía este lagarto es muy complicado encontrar restos del mismo.

Sólo se han hecho descubrimientos similares en varias regiones de los Estados Unidos, como Montana, Utha, Texas y ahora Coahuila.

Según la micro-paleontóloga este lagarto era carnívoro, se alimentaba de pequeños vertebrados e insectos y solía ser agresivo.

Un pariente vivo de esta especie es el tejú común o tupinampa.

La experta destaca su descubrimiento hecho a través del microscopio, por el tamaño de los dientes y sobre todo por el tiempo de conservación.