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© PGJEEn la cueva había 167 osamentas completas, además de cráneos completos, fracturados, fémures, tibias, mandíbulas y maxilares
El hallazgo de ollas de barro y otros objetos hacen pensar a arqueólogos que los restos humanos encontrados en una cueva son prehispánicos.

El hallazgo de 167 osamentas en una cueva de Chiapas podría ser en realidad un descubrimiento arqueológico. Ollas de barro y otras piezas encontradas junto con los restos humanos hacen pensar que se trata de un cementerio prehispánico, de acuerdo con César Enrique Pulido Guillén, director General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

"Se han hecho estudios preliminares de estas osamentas y hasta ahora de lo que se trata es de osamentas prehispánicas, era pues un cementerio prehispánico (...). Ahí había rituales, pues se encontraron ollas de barro y otras piezas", explicó Pulido Guillén.

Las restos humanos - aparentemente de entre el 700 y el 900 d.C - fueron encontradas seis metros adentro de una cueva ubicada entre la frontera de Chiapas con Guatemala.

La nueva hipótesis es el resultado del diálogo entre autoridades y arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que laboran en áreas cercanas al poblado Frontera Comalapa, como Tenam Puente y Chincultic, al sur del estado ubicado en el sureste mexicano.

La cueva de la Ranchería Nuevo Ojo de Agua, a 15 kilómetros de la frontera entre Chiapas y Guatemala, forma parte de la región donde se desarrolló la cultura maya a finales del Clásico Tardío y principios del Posclásico (700-800 a 1100-1200 de la cultura Maya), según los arqueólogos.

Pulido Guillén exhibió algunos de los cráneos localizados en la cueva, en una sala de la Procuraduría. Son 167 osamentas completas, así como cráneos completos y fracturados, fémures, tibias, mandíbulas y maxilares, que fueron trasladados desde la cueva a la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez.

Lo que sigue es hacer los estudios arqueológicos completos, en los que trabajarán antropólogos y personal del INAH, dijo el perito. Los especialistas determinarán, entre otras cosas, su sexo, edad y causas de muerte.

Los cráneos tienen deformaciones que caracterizan los huesos de personas de esa época. Además, en el lugar había piezas de barro de origen prehispánico, según un comunicado de prensa del gobierno del estado.

En un principio, las autoridades dijeron que los restos tenían entre 20 y 50 años de antigüedad.

Versiones extraoficiales hacían suponer que las osamentas podrían pertenecer a indígenas de la etnia Mam, de Guatemala, debido a que el lugar donde fueron encontradas se ubica cerca de donde se registraron los primeros levantamientos de campesinos contra latifundistas en el década de 1960.