En los últimos años cada vez más investigadores alrededor del mundo aseguran haber encontrado pruebas científicas de los mitos bíblicos, e incluso revelan fechas exactas de los acontecimientos que habrían pasado de padres a hijos durante miles de años en forma de leyenda antes de poder ser grabados en el papel.

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De acuerdo con el sitio ruso RT, los geólogos austríacos Alexander Tollmann y su esposa Edith Kristen-Tollmann de la Universidad de Viena, en su estudio realizado, afirmaron haber logrado calcular la fecha exacta del Diluvio universal, último evento global catastrófico a escala planetaria que la humanidad conoce por el Antiguo Testamento.

23 de septiembre de 9545 a.C.

Si bien la mayor parte de las opiniones referentes al Diluvio universal del Génesis bíblico-mesopotámico se inclinan a pensar que tiene un origen mítico, los científicos afirman en su trabajo que un profundo análisis estratigráfico de las tectitas y los núcleos de hielo les dio pruebas suficientes no solamente para llegar a la conclusión de que el acontecimiento bíblico realmente sucedió, sino que también revelar que tuvo lugar el 23 de septiembre de 9545 a.C.

Sin embargo, este evento, que está presente en todas las culturas, se interpreta por los investigadores como la consecuencia de una colisión de un cometa con la Tierra, cuyos fragmentos más importantes cayeron en el océano, lo que generó un terremoto de un poder sin precedentes, erupciones de volcanes, tsunamis, huracanes y fuertes lluvias a escala mundial, seguidos primero por una subida significativa de las temperaturas en el planeta y luego por un brusco enfriamiento.

Las críticas y las otras hipótesis

Esta hipótesis generó una ola de críticas y fue rechazada por múltiples expertos que culpaban a los Tollmann, entre otras cosas, de publicar un estudio pseudocientífico debido a la imposibilidad de calcular la fecha exacta de una serie de acontecimientos catastróficos que describen los geólogos que, además, no gozan de ninguna evidencia física creíble.

Otros sostienen que el Diluvio pudo ser en realidad un tsunami mediterráneo producido por el estallido del volcán Etna en la ribera oriental de Sicilia que ocurrió alrededor del año 6000 a.C. y causó un enorme tsunami que dejó su marca en varios lugares del mar Mediterráneo.

Mientras que otra de las múltiples hipótesis del acontecimiento, la de los geólogos estadounidenses William Ryan y Walter Pitman, de la Universidad de Columbia, que por su parte hablan de la inundación del mar Negro, cuya estrecha franja de tierra que lo separaba del mar Mediterráneo, al terminar la era glacial, se habría erosionado causando sobre el 5600 a.C. una inundación catastrófica.