La investigación revela nuevos detalles sobre el uso sostenible del agua y las tierras.
represa construída por los Mayas1
© Johan Ordonez/AFP/Getty ImagesFoto de archivo: Ciudad maya de Tikal
Investigadores y arqueólogos descubrieron en la ciudad Maya Tikal, en Peten, Guatemala, un recolector de agua, el más grande de la era clásica, que cubrió las necesidades de al menos una ciudad de 80 mil personas en las épocas de sequía, frente a un valle que en el año 700 d.C se extendía con más de 5 millones de habitantes.

El sistema era sorprendentemente avanzado, y el agua se sometía a un proceso de filtración con varias capas de arenas de cuarzo, según el reporte científico de la Universidad de Cincinnati, Estados Unidos publicado el 16 de julio. Ellos explican que el hallazgo se produjo cuando por primera vez, después de cuarenta años, se les permitió excavar y examinar los edificios y monumentos, con más detalle.

"El objetivo general de la investigación de la Universidad es entender mejor cómo los antiguos mayas apoyaron a la ciudad de Tikal que quizás tenía entre 60.000 y 80.000 habitantes y una población estimada de cinco millones, en las tierras bajas" del valle, dice Vernon Scarborough, profesor de antropología en la Universidad de Cincinnati. Él explica que eso es mucho más de lo que puede hacerse con el entorno actual, por lo tanto, resalta que los Mayas lograron de alguna manera mantener una sociedad altamente organizada por más de 1.500 años en un complejo ecosistema tropical.

represa construída por los Mayas2
© Universidad de CincinnatiCanal construido por los mayas, en la foto la investigadora guatemalteca Liwy Grazioso.
Los habitantes de Tikal utilizaron herramientas y tecnología de la Edad de Piedra para crear avanzados sistemas de control a lo largo del tiempo, destaca Scarborough. Para saber cómo hicieron frente a esto, los investigadores de varias universidades de Estados Unidos examinaron en detalle las excavaciones que se encuentran en la Guatemala de hoy.

En la región había períodos relativamente frecuentes de sequías y de precipitaciones irregulares, por lo que era importante recoger el agua de las lluvias. Según el estudio, la ciudad de Tikal fue diseñada y construida de acuerdo a esta función. Es por esto, que la plaza de mercado, patios y los canales fueron construidos con una ligera inclinación para dirigir el agua de las lluvias a unos recipientes de gran tamaño.

Con la ayuda de canales, al mismo tiempo, les era posible controlar el flujo de estas aguas.

Para ahorrar agua, los mayas crearon además una gran cantidad de lagos y embalses, aunque la mayoría de ellos se bloquearon, pero el recolector fue recientemente descubierto.

Los científicos de Cincinnati señalan que esta presa se ​​extiende por 80 metros de largo y 10 metros de alto, y ayudó a recolectar alrededor de 75 millones de litros de agua. Fue identificada primero por un equipo de investigación de la Universidad de California.

Esta presa llamada Palacio, data de entre los años 250 a 800 d.C., y era la presa más grande de Mesoamérica, sólo superada por Purrón, la presa mexicana construida en Tehuacán.

Para mejorar la calidad del agua, los ingenieros mayas la filtraban a través de arena de cuarzo, que iban a buscar a las minas situadas a 30 kilómetros de distancia.

"Esto demuestra lo mucho que apreciaban el agua y la industria del agua", dice Nicholas Dunning, profesor de geografía y co-autor del estudio.

Los científicos creen que los mayas no podían quedarse mucho tiempo en esta área sin algunos métodos de tecnología avanzada que permitieran el ahorro de este preciado elemento. Uno de los participantes en el estudio, el botánico y paleontólogo David Lentts, señaló que los habitantes de Tikal dependían de la disponibilidad de los suministros de agua, de los alimentos, el combustible, las plantas medicinales y de otros recursos de primera necesidad.

La gestión del agua y de riego desarrollado por los mayas determinó el número de personas que podrían alimentarse. En el siglo IX, sin embargo, ésta se redujo debido a la sequía, lo que llevó a una difícil situación para la población.

Para los científicos, la configuración de las regiones tropicales puede haber sido difícil para los habitantes, debido a la elevada carga de enfermedades infecciosas transmitidas por los sistemas de agua sin filtrar, sin embargo, los mayas lograron darle solución. Ellos concluyen ahora que el hacer potable el agua era un asunto que los Mayas pensaban en resolver desde el comienzo en que se ocuparon las tierras.

El Palacio de Tikal también es una calzada, ya que la parte superior de la estructura sirve como un camino que une una parte de la ciudad a otra.

"Durante mucho tiempo, se consideraba sobre todo como un paso elevado que los turistas que llegan al sitio siguen usando hoy en día. Sin embargo, nuestra investigación muestra ahora que cumplió una doble función y se usó como un embalse importante, así como calzada".