La incertidumbre prima hoy en torno a una votación del Parlamento chipriota sobre un programa de rescate de acreedores internacionales, el cual exige un impuesto extraordinario para recaudar cinco mil 800 millones de euros.

Aunque algunos medios de prensa comentan que la votación podría posponerse por tercera ocasión en menos de una semana, el ambiente previo a esa decisión deja profundas dudas, pues el partido gobernante conservador DISY (20 escaños) y su aliado, el centrista DIKO (nueve) cuentan con una frágil mayoría.

En un legislativo de 56 bancas, con solo fallar dos votos puede fracasar la aprobación del arreglo pactado por el Gobierno y los acreedores en una reciente reunión del Eurogrupo, mientras la bancada del DIKO amenaza con unirse en pleno a otros partidos opositores para votar en contra.

Marios Karoyian, máximo dirigente del citado partido centrista, se quejó ayer de una práctica nunca vista antes, cuando el Eurogrupo impuso una recogida obligatoria de dinero de los depositarios en los bancos del país, tanto residentes como no residentes.

Además, Karoyian exigió al Eurogrupo, en caso de la aprobación del programa de rescate, un compromiso por escrito para un apoyo financiero a esta isla mediterránea, si se produce una fuga de capitales.

El plan inicial preveía un impuesto extraordinario de 6,5 por ciento sobre las cuentas menores de 100 mil euros y de 9,9 para el resto, algo que golpeará de manera especial a instituciones, bancos y privados rusos, comenta la prensa local.

Una quinta parte de los 70 mil 500 millones de euros depositados en bancos chipriotas pertenece a ciudadanos rusos.

Ante la áspera reacción popular, con manifestaciones ayer en esta capital que demandaban una "Europa para los ciudadanos y no para Alemania", o "Manos fuera de Chipre", las autoridades volvieron a las negociaciones con el Eurogrupo.

La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo prometen entregar un crédito de 10 mil millones de euros, si Chipre recauda primero la cifra exigida con el controvertido gravamen.

Un nuevo proyecto podría rebajar hasta tres puntos el impuesto para las cuentas menores de 100 mil euros y aumentar hasta 13 la de los otros depósitos.

Especialistas temen que aunque ahora el Gobierno impuso una prohibición para realizar transacciones bancarias y mantiene cerrados los centros financieros, a largo plazo ello llevará la retirada masiva de dinero, sobre todo de entidades foráneas.

De hecho, la firma evaluadora estadounidense Fitch puso en perspectiva negativa al Cyprus Bank, Laiki Bank y al Hellenic Bank por considerar que la recogida obligada de 6,5 y 9,9 por ciento constituye una quiebra parcial de esos bancos.

En caso de fracasar la aprobación del plan de rescate, Chipre quedaría en situación de impago (default) y entraría en una bancarrota controlada, afirma la propia Fitch.

Miles de personas asediaron el pasado sábado los cajeros automáticos para recoger el límite de mil euros permitidos por jornada, y lo mismo ocurrió en los bancos aún abiertos ese día, los cuales amanecieron cerrados el lunes.