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Un cisne que habita en la isla británica de Jersey ha visto sus alas recortadas por perseguir a un helicóptero del que parece estar perdidamente enamorado.

El cisne, que se llama Whooper, habita en un club campestre cerca del aeropuerto de la isla.

Tras perder a su pareja hace dos años, el cisne le echó un ojo a un moderno Eurocopter EC155, y desde entonces vuela hacia sus peligrosas aspas cada vez que aterriza en el aeródromo adyacente a Les Mielles Golf and Country Club.

El piloto del helicóptero advirtió del peligro de impacto con el ave, o de que ésta falleciera al acercarse demasiado a los rotores. Como medida de precaución, un veterinario del club le ha recortado las alas para evitar posibles problemas.

Sin embargo, el obstinado animal insiste en sus cortejos cada vez que le vuelven a crecer las plumas. El personal del club busca ahora un cisne hembra para intentar consolar al pobre Whooper.